Según científicos, habitó durante el Pleistoceno Superior y convivió con neandertales y humanos modernos.

Son apenas unos pocos restos, un maxilar infantil y varios dientes encontrados en el yacimiento de Xujiayao, en el norte de China, pero para un grupo de investigadores chinos y españoles pueden ser la clave de la existencia de una especie humana desconocida hasta ahora que habitó Asia hace entre 60.000 y 120.000 años.

El equipo, que ha publicado sus conclusiones en la revista American Journal of Physical Anthropology, dice que el análisis detallado de la morfología dental de estos fósiles pone de manifiesto que sus dueños compartían rasgos tanto con los neandertales como con los representantes más primitivos del Homo erectus asiático, y estaría fuera de la variabilidad de nuestra propia especie, el Homo sapiens.

María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, del Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), apuntan la posibilidad de que se trate de un homínido todavía no descrito y que habría coexistido en el tiempo con humanos modernos y neandertales durante el Pleistoceno Superior.

Dientes estudiados por los investigadores. CENIEH
Dientes estudiados por los investigadores. CENIEH

 

Estudios recientes sobre ADN antiguo han revelado la existencia en Siberia de una población acuñada como «denisovanos», de la que se conoce muy poco. Los denisovanos también habrían habitado Asia en el Pleistoceno Superior, serían diferentes del Homo sapiens y del Homo neanderthalensis y se habrían mezclado genéticamente con un linaje primitivo todavía por determinar. Los investigadores tampoco descartan la opción de que Xujiayao represente la persistencia en China de una población antigua, quizás un descendiente de Homo erectus clásico.

«Nuestro trabajo pone de relieve la gran variabilidad de las poblaciones humanas de Asia durante el Pleistoceno y advierte de la necesidad de reconsiderar la taxonomía de muchos de los fósiles hallados en este continente», afirma María Martinón-Torres en un comunicado del CENIEH.