Todos los meses, la red se ve repleta de vídeos de supuestos avistamientos OVNIS, muchos de ellos resultan ser aviones, satélites, estrellas, fakes, etc; pero aproximadamente el 5% no tienen explicación. Pero yo creo que de ese 5% podríamos extraer un 50% de casos si realizáramos un análisis exhaustivo y como mismos ratones de biblioteca (en este caso de Internet) buscar, comparar evidencias (imágenes, vídeos) para buscar posibles coincidencias. Estoy 100% seguro que encontraríamos el origen de ese 50% que extraeríamos del 5% de casos sin resolver.

Pero… ¿qué origen podrían tener ese porcentaje de casos (50% del 5% de casos no resueltos)?

Aunque la tarea de hallar explicación a ese porcentaje de casos sería una dura tarea, actualmente contamos con material más que suficiente para realizar nuestra labor; muchos sitios web se han convertido en compendios y excelentes archivos fotográficos y fílmicos de avistamientos pasados y actuales.

Muchos nuevos avistamientos son muy similares a casos del pasado, muchos de ellos ya con una solución encontrada; es cuestión de filtrar con un «buen ojo» las evidencias y de contar con una buena memoria visual.

Pero no todas las soluciones encontradas son fáciles de explicar; más de una viene cargada con kilogramos de controversia y extrañeza. Me refiero a avistamientos OVNI que en un inicio se plantearon como posibles naves extraterrestres, pero que más bien su concepción se originó en nuestro planeta. Como decía antes, la controversia muchas veces hace su aparición, pues cuando ya creíamos tener una creíble solución, nos topamos con que las dudas y dilemas se han multiplicado.

Cuando los OVNIS son teorizados como vehículos extraterrestres, pero son «simples» prototipos «made in Tierra»

Al referirme a «simples prototipos» algunas veces podríamos caer en una falacia, debido a que ciertos prototipos están hechos con una tecnología que a primera vista parece extraída de una película de ciencia ficción.

Cuando nos topamos con algo así en nuestras investigaciones, las dudas se multiplican, pues esas máquinas son poseedoras de una ciencia e ingeniería casi fuera de este mundo; tecnología que ni siquiera se nos habría cruzado por la mente; y… ¿de dónde pudo venir todo ese conocimiento? ¿acaso de un hurto galáctico para la posterior aplicación de la ingeniería inversa?…

Un claro ejemplo: «TR-3B» – Plataforma voladora triangular antigravedad, propulsada por energía nuclear… ¿les recuerda algo?

Se sabe que el primer vuelo operacional táctico de reconocimiento del TR-3B fue en los años 90. El TR-3B, como ven en la imagen, sería una aeronave antigravedad con forma de triángulo volador, propulsado por energía nuclear, con luces en cada ángulo y una luz mucho más potente en su centro.

Edgar Rothschild Fouche, quién trabajó en los Programas del Gobierno en Industria de Defensa durante los últimos 30 años, incluyendo el Área 51, la base de la Fuerza Aérea de Groom Lake y Nellis durante varios años, también en proyectos de alto secreto; describle el TR-3B de la siguiente manera:

“Es un anillo acelerador circular relleno de plasma llamado Magnetic Field Disrupter, (MFD o Interruptor de Campo Magnético) que rodea a la cabina giratoria de la tripulación, está mucho más allá de cualquier tecnología imaginable… El plasma, basado en mercurio, es presurizado a 250.000 atmósferas a una temperatura de 150 grados Kelvin, y acelerado a 50.000 RPM para generar un plasma superconductor con el resultado de la interrupción de la fuerza de la gravedad.

El MFD genera un vórtice de campo magnético, que interrumpe o neutraliza los efectos de la gravedad sobre cualquier masa que esté en las proximidades, en un porcentaje del 89%. Esto significa que la fuerza “G” es reducida un 89%. El MFD que posee el TR-3B provoca que el vehículo sea extremadamente ligero y pueda realizar maniobras que ningún otro avión podría… Mis fuentes dicen que las posibilidades sólo están limitadas por la resistencia física de los pilotos humanos. Lo cual es mucho realmente, considerando la reducción del 89% de la masa, las fuerzas G igualmente se reducen un 89%. La tripulación del TR-3B podría soportar cómodamente hasta 40G… reducidas un 89% los ocupantes sólo sentirían 4,2Gs. El empuje del TR-3B lo proveen tres propulsores multimodo montados en cada esquina de la plataforma triangular. El TR-3B es un vehículo que vuela por debajo de mach-9 hasta que alcanza los 120.000 pies de altitud, (36.000 metros), por encima de esa altitud nadie sabe a cuánto puede llegar”. Según Fouche, las dimensiones del TR-3B son de alrededor de 600 pies -o sea 180 metros-, de envergadura. La modificación de estas dimensiones trae problemas muy serios en su concepción, por la relación peso/propulsión. La capa externa del vehículo TR-3B es reactiva al estímulo eléctrico y puede cambiar de color; además absorbe las ondas de radar, haciendo que la nave parezca un avión pequeño. Estados Unidos tiene en servicio desde 1994 esta nave triangular que fue vista en 1990 en Bélgica, cuando el proyecto aún estaba siendo evaluado y probado por la organización. Esta nave fue construida en base a retroingeniería o ingeniería inversa. El sistema se usa para analizar detalladamente los sistemas de motores y propulsores antigravitacionales de las naves extraterrestres capturadas por el gobierno yanqui. Este proceso (ingeniería inversa) también se usa para los aviones de otras naciones capturados u otras implementaciones tecnológicas.”

Este vehículo volador TOP SECRET fue desarrollado por el Programa Aurora conjuntamente con SDI (Iniciativa de Defensa Estratégica) y auspiciado con el dinero negro (oculto) del presupuesto. El TR-3B fue vehículo más exótico creado por el Programa Aurora. Fue financiado y encargado operativamente por la Oficina Nacional de Reconocimiento, la NSA y la CIA.

Recordemos el OVNI captado en Bélgica en 1990, my similar al TR-3B

La alta tecnología terrestre oculta y clasificada, es confundida en algunas ocasiones con posible tecnología extraterrestre; pero quizás no estemos muy equivocados, y solo se deba realizar un reajuste a las conjeturas y teorías que hablan de un origen fuera de nuestro mundo; y ese reajuste es sencillo: claro, la tecnología puede ser implementada por nuestros mejores científicos, pero no ideada por ellos, sino por otras culturas externas a nuestro planeta, que poseerían un conocimiento para nosotros inimaginable aún. Nuestros científicos posiblemente realizaron ingeniería inversa y lograron hallar como funcionan aquellas maquinarias extranjeras y pudieron así replicar estos artefactos con la tecnología terrestre; sin duda un gran mérito para la ciencia, pero que trae consigo ocultamiento de información y más confusión en el tema OVNI.

Dejemos que nuestra mente vuele y pensemos en qué nuevos vehículos y artefactos podrían existir hoy en día, si en los años ’80 ya existía el TR-3B…

Fuente de descripción del TR-3B: [Declaraciones de Edgar Rothschild Fouche]

Autor: Fernando Távara, para Exploración OVNI