La manera que los humanos tratamos el medio ambiente podría disgustar a los extraterrestres y ser la razón por la que no nos contactan. Así lo asegura un astrónomo ruso.
“Los extraterrestres nos ven como idiotas, atrasados. A lo mejor, nos vallaron con una especie de cortina galáctica y emiten advertencias hacia los billones de estrellas que la civilización al lado de la estrella enana que llamamos el Sol es peligrosa”, dijo Serguéi Smirnov del observatorio de Pulkovo, en una entrevista concedida a la agencia de noticias Interfax.
Aseguró que los extraterrestres no intentarían compartir sus conocimientos con los humanos por el miedo a que los últimos los puedan utilizar para crear una “superbomba o superveneno para su propia población”.
Opiniones semejantes son expresadas por expertos de la NASA y de la Universidad de Pensilvania, que han analizado todas las posibles variantes y consecuencias de un contacto con los extraterrestres.
Los autores del informe ‘¿Supondría el contacto con extraterrestres un beneficio o daño para la humanidad?’ proponen varios escenarios optimistas, que aportarían a la raza humana avance tecnológico y membresía en el “club galáctico”, aunque también otros apocalípticos que presagian una destrucción total como resultado de un ataque extraterrestre, la propagación de enfermedades mortales o experimentos sobre los humanos.
Amenaza mayor
Los científicos consideran el aumento de gases de efecto invernadero como la mayor amenaza, ya que observando la Tierra desde lejos, los seres extraterrestres podrían ver los cambios en la atmósfera del planeta como un síntoma de una civilización que crece fuera de control. En este caso podrían optar por medidas drásticas para evitar que nos convirtamos en una amenaza más seria, explican los investigadores.
Mientras tanto, se continúa con la búsqueda de vida extraterrestre, y varios científicos rusos aseguran que tendrán éxito dentro de 20 años. Hasta el momento se han descubierto cerca de mil exoplanetas, de los cuales un 10% son muy parecidos a la Tierra.
Desde 1959 se desarrolla el proyecto SETI (Search for Extraterrestrial Intelligence o Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). Una de las ramas del proyecto internacional es el denominado ‘SETI pasivo’, en el marco del cual los científicos intentan registrar posibles señales que vengan de otros planetas. Asimismo existe el programa de ‘SETI activo’: ya en varias ocasiones los astrónomos transmitieron señales por ondas de radio para establecer contacto con los alienígenas.
Fuente: [Mistery Planet]