El calendario documenta ciclos lunares y lo que podrían ser planetarios, según explicaron los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la Universidad de Texas-Austin.
La antigua ciudad maya de Xultún, en Guatemala, hallada oculta entre la maleza hace un siglo, comienza a revelar sus secretos tras el descubrimiento del calendario astronómico más antiguo conocido hasta ahora de esta civilización.
Los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la Universidad de Texas-Austin, presentaron el pasado jueves sus hallazgos, que se publican esta semana de la revista Science.
El calendario documenta ciclos lunares y planetarios, según las primeras pesquisas de los investigadores, que aseguran que se trata de la primera muestras de pintura maya encontradas en un habitáculo.
«Nunca habíamos visto nada igual», señaló en rueda de prensa Stuart, profesor de Arte y Escritura Mesoamericana, quien afirmó que ese tipo de símbolos «sólo aparecen en un lugar: el Códice de Dresde, que los mayas escribieron muchos siglos más tarde», se cree que en 1.250 después de Cristo.
La estructura fue descubierta en 2010 por Max Chamberlain, un estudiante del equipo de Saturno, que estaba siguiendo las trincheras abiertas por los saqueadores a través de la ciudad de Xultún, escondida en la selva de la zona de Petén.
Las paredes están ricamente adornadas con una imagen del rey, dibujos de hombres en color negro y símbolos numéricos que se corresponden con cálculos del calendario maya.
Sin embargo, este calendario muestra una particularidad, ya que según los restos recuperados en vez de los 13 ciclos que se conocían hasta ahora -a los que se da el nombre de «baktun»- tiene 17, lo que según los expertos desmonta la teoría de que los calendarios mayas predicen el apocalipsis para fines de este año.
Según Stuart, el concepto ha sido «manipulado» y cuando el 21 de diciembre de 2012 acabe el 13 periodo, el calendario Maya volverá a empezar y continuará con sus ciclos durante millones de años.
«Es como el cuentakilómetros de un coche, cuando llega al final no anticipamos que el vehículo vaya a desaparecer, vuelve a empezar», dijeron los expertos que recordaron que tras las catástrofes anunciadas con la llegada del año 2000 «sabíamos que el siguiente anuncio del fin del mundo sería 2012».
La ciudad de Xultún, con 16 kilómetros cuadrados de extensión, entra en la categoría de megaciudades y se cree que en su época de mayor esplendor albergó decenas de miles de habitantes.
Fue descubierta en 1915 y el arqueólogo estadounidense Sylvanus Morley (1883-1948) realizó el primer mapa rudimentario de la ciudad.
Los investigadores destacan la importancia del descubrimiento, ya que no es habitual que este tipo de pintura primitiva se conserve en buen estado en las tierras bajas mayas, «especialmente en una casa enterrada a sólo un metro por debajo de la superficie».
«Lo más interesante es que ahora vemos que los mayas estaban haciendo, estos cálculos, y en lugares que no sean libros, cientos de años antes de que se registraran en los códices», aseguran.
En el muro norte, que se encuentra enfrente al entrar por la puerta, está dibujado el rey ricamente vestido, ataviado con plumas azules y glifos mayas cerca de su rostro, que según han descifrado le llaman «Hermano Menor».
En este mismo muro aparecen glifos que representan la fecha 813 después de Cristo, un momento en el que el mundo maya se había comenzado a colapsar, así como grupos numéricos que creen que corresponden a los ciclos astronómicos.
En la pared oeste, se ven tres figuras masculinas vestidas con un taparrabos blanco, un medallón blanco y un tocado con una pluma y un medallón en la cabeza que no habían visto anteriormente.»Es claramente una vestimenta de algún tipo», apunta Saturno, aunque no han descifrado de qué se trata.
En el muro oriental se puede ver, aunque muy deteriorada, otra figura humana pintada en negro y hay restos de otras, pero predominan las figuras numéricas que representan los cálculos del calendario.
La investigación, que ha contado con el apoyo de la National Geographic Society, continúa abierta para determinar qué tipo de habitación se trata, si era una vivienda o un habitáculo de trabajo y si era utilizado por una o varias personas.
«Todavía nos queda explorar el 99,9 por ciento de Xultún», señaló Saturno, quien aseguró que la gran ciudad Maya descubierta en 1915 proporcionará nuevos descubrimientos en las décadas venideras.
Fuente: [elespectador.com]