Evidencia de un ataque extraterrestre: El caso Colares (Brasil, 1977) – 21/12/2011

 

Todos los ufólogos o estudiosos aficionados al tema OVNI se querrían topar en algún momento de sus vidas con un caso como éste. De hecho el caso Colares es el único caso OVNI muy buen documentado y testificado acerca de un supuesto ataque extraterrestre hacia seres humanos.

 

 

Si bien es cierto, ya estamos acostumbrados a leer sobre las decenas de casos de mutilaciones de animales y hasta sobre las posibles abducciones de seres humanos en varias partes alrededor del mundo; pero aún no hemos recibido muchos reportes de agresiones extraterrestres hacia nosotros, o al menos no se ha publicado o se ha evitado publicar esto en medios de comunicación. Pero en el año 1977 en la isla de Colares (Brasil), ubicada en la desembocadura del río Amazonas, más conocido como «la delta del Amazonas», sus pobladores empezaron a reportar una gran cantidad de avistamientos de luces de diversas formas. Poco a poco estas luces desconocidas entraban cada vez más en contacto con los residentes de la zona, llegándose a conocer reportes de luces que los «visitaban» por las madrugadas, atravesando sus techos e iluminando partes de sus cuerpos, causando ardor o quemaduras en las zonas que tenían contacto con esas luces.

 

Los contactos comienzan a volverse más frecuentes y agresivos

Dos meses habían transcurrido ya, plagados de  centenares de testigos que afirmaban haber sido perseguidos y atacados por luces en el cielo las cuales parecían querer raptarlos. Muchas de las víctimas relataron que al entrar en contacto estas luces con su piel desnuda podían sentir como sus cuerpos se paralizaban, empezaban a sentir quemaduras en en las zonas iluminadas y además tenían la sensación como si les estuvieran succionando la sangre.

 

Tiempo después de estos incidentes los casos empezaron a volverse más trágicos, por lo que la Directora de Salud de la mencionada isla, la Dra. Wellaide empezó a tratar a las víctimas, pudiendo percatarse de que las heridas se trataban de quemaduras graves con pequeños agujerillos similares a los que quedan en el cuerpo resultado de una inyección. Estas quemaduras además empezaron a ponerse de un color negro indicando muerte de la piel, pero lo más extraño es que esto sucedía casi siempre 10 minutos después de la exposición a las luces, mientras que las quemaduras normales demoran alrededor de 96 horas en presentar ese comportamiento. La sensación de «chupa chupa» o succión de la sangre manifestada por varias víctimas fue ratificada por estudios médicos que determinaron anemia en estas personas, evidentemente causada por pérdida de sangre.

 

Dos de los casos tratados por la Dra. Wellaide terminaron en muerte, y que según reportaron los forenses fue de origen desconocido. Hasta ese entonces la Dra. se mostraba escéptica a este tipo de fenómenos y aducía las causas de las muertes a paros cardíacos como consecuencia de la histeria colectiva que ella pensaba se estaba viviendo en la Isla. Pero la Dra. permanecía ignorante de que tiempo después le tocaría vivir en carne propia un caso terrorífico.

 

Siendo alrededor de las 5 de la tarde, días después de las muertes de las dos personas, la Dra. fue testigo de que una mujer estaba desmayada en el camino, la cual había sido víctima de aquellas luces; luego de auxiliarla, todos, incluida la Dra., fueron testigos de un extraño objeto metálico y luminoso, en forma de cono truncado, el cual deambuló por sobre el pueblo, dejando ver en su interior dos seres humanoides de 1.2 o 1.3 metros de altura aproximada.

 

OVNI avistado con dos seres humanoides en su interior - Caso Colares
OVNI avistado por la Dra. Wellaide, con dos seres humanoides en su interior - Caso Colares

 

 

Debido a la gravedad de estos casos la Dra. Wellaide se contactó con el alcalde de la ciudad para solicitar a la fuerza aérea que inspeccione la zona y puedan de una vez librar al pueblo de esos ataques. Sin embargo recién 90 días después un contingente de militares llegó a Colares, pero ya había sido casi abandonada por el terror suscitado en los pobladores ante los fatídicos hechos. Como ya es típico los militares presionaron a la Dra. Wellaide para que declare que el caso Colares era el producto de una histeria colectiva, a lo cual ella se negó rotundamente.

 

Es así que empezó la investigación por parte de la Fuerza Aérea en la zona, y como nota curiosa la investigación se denominó «Operación Platillo».

 

Operación Platillo

Durante la larga investigación realizada por personal de la Fuerza Aérea liderada por el comandante Uyrange Hollanda Lima, se logró captar y reunir material de alta importancia, como fotos de objetos luminosos en el cielo, bocetos de los avistamientos que mostraban claramente objetos en forma de platillos y las características de estos mismos, como también su ubicación. Pero dicho material fue declarado como confidencial y archivado por el Gobierno de Brasil. Inicialmente el comandante Uyrange Hollanda Lima se mostró altamente escéptico del tema y trataba de desmitificar todo el asunto de Colares; sin embargo el comandante fue testigo de varios hechos y hasta de un contacto del tercer tipo, lo cual surtió en él un efecto instantáneo de antiescepticismo.

 

Fotografías de Objetos luminosos en Caso Colares
Fotografías de Objetos luminosos en Caso Colares

 

Trayectoria de OVNIS en Caso Colares
Trayectoria de OVNIS en Caso Colares

 

Gráfico que define apariciones de OVNIS en Colares
Gráfico que define apariciones de OVNIS en Colares

 

Platillos avistados en Caso Colares
Platillos avistados en Caso Colares

 

 

La operación Platillo terminó por ser archivada y catalogada como incoherente debido al alto número de razones posibles por las que se podría haber dado dicho fenómeno.

 

Unos años después el ya retirado comandante Hollanda Lima contactó al ufólogo brasileño Ademar Gevaerd, editor de UFO Magazine Brasil, y se reunieron. Dicha entrevista tuvo como objetivo de parte de Hollanda el entregar la verdad de los hechos ocurridos en Colares, «antes de morir», según manifestó. Entonces es así como Hollanda entrega su versión de los hechos, contando claramente los avistamientos de luces de los cuales había sido testigo y también un pequeño encuentro que tuvo con uno de esos supuestos seres alienígenas.

 

Tiempo después el comandante Hollanda fue encontrado muerto, supuestamente se había suicidado, pero lo que muchos creen y allí también me incluyo es que agentes externos hicieron parecer un asesinato como suicidio.

 

La guerra sucia se hizo presente…como siempre en estos casos

Aunque se tenían valiosos testimonios, en fotos, vídeos y hasta exámenes médicos verificados por la Dra. encargada; este incidente en vez de convertirse en un hecho crucial que demuestre la incursión agresiva de seres extraterrestres, se convirtió en un tema ridiculizado y hasta absurdo. Gran parte de los intereses en que este tema sea des catalogado vinieron desde la Fuerza Aérea de Brasil y desde el mismo Gobierno. Las diversas campañas psicosociales que rodearon el hecho y que comprendían desde histerias colectivas, leyendas urbanas y problemas psicológicos del comandante Hollanda lograron el objetivo principal de aquellos encubridores de la verdad, convirtiendo así un hecho evidentemente cierto en un hecho enigmático hasta el día de hoy.

 

Sería altamente favorable para la investigación OVNI que el Gobierno de Brasil desclasifique toda la documentación obtenida en la Operación Platillo y no solo esa pequeña parte de la documentación que le entregaron al ufólogo Ademar Gevaerd, que prácticamente eran documentos que no afectaban los «intereses» de mantener oculta esa verdad.