La Vía Láctea contiene al menos 100.000 millones de planetas, según revela un censo planetario realizado por un equipo de astrónomos y difundido hoy durante la reunión anual de la Sociedad Astronómica Estadounidense.


Los resultados se basan en observaciones realizadas durante seis años en colaboración con el programa PLANET (Probing Lensing Anomalies NETwork), una red de telescopios que toman medidas fotométricas de las estrellas.


El equipo ha estudiado 100 millones de estrellas a distancias de entre 3.000 y 25.000 años luz de la Tierra y han combinado sus resultados con estudios anteriores, utilizando otras técnicas, para crear un listado estadístico de estrellas y planetas que las orbitan, que según los autores es la más completa que existe.


El cruce de datos revela que cada estrella de nuestra galaxia contiene, como mínimo, un planeta (según calcularon los investigadores, la media de planetas que orbitan cualquier estrella es de 1,6), lo que demuestra que no es algo raro que una estrella tenga su propio sistema planetario, como ocurre con el Sol. Estos sistemas no dejan de asombrar a los investigadores, algo que resulta claro si tenemos en cuenta algunos de los descubrimientos más insólitos que recientemente se han dado a conocer.


Anillos saturnianos de un objeto extrasolar
Investigadores estadounidenses y europeos hallaron por primera vez un gigantesco sistema de anillos parecido al que rodea a Saturno, alrededor de un planeta ubicado fuera del Sistema Solar.


Los autores del estudio, Eric Mamajek, de la Universidad de Rochester, EE. UU., y sus colegas de Países Bajos y Reino Unido, estudiaron datos recogidos en el marco de los proyectos internacionales SuperWASP (Wide Angle Search for Planets) y ASAS (All Sky Automated Survey), que investigan jóvenes estrellas en la asociación estelar Escorpión-Centauro.


A este grupo de estrellas más recientemente formadas, más cercano al Sol (a distancias de entre 380 y 470 años luz de nuestro astro rey), pertenece la estrella 1SWASP J140747.93-394542.6 que tiene ‘solo’ 16 millones de años de edad y una masa semejante a la del Sol. El objeto cósmico destacaba por las oscilaciones en la intensidad de su brillo, que llegaba a disminuir hasta un 95%.



Michael Osadciw / University of Rochester
Michael Osadciw / University of Rochester


Normalmente tales oscilaciones están causadas por planetas u otras estrellas que pasan delante de su disco, pero en este caso se observaban alteraciones del brillo de varios niveles. Los científicos estudiaron la curva del brillo y entendieron que se trataba de un objeto único. La explicación más probable del fenómeno ha sido la presencia de anillos de polvo alrededor de un satélite de la estrella.


El sistema de anillos, encontrado por Eric Mamajek, podría rodear a una estrella de masa diminuta o un planeta. Para entender la naturaleza de este cuerpo celeste, los investigadores acudirán a la ayuda de los grandes telescopios ubicados en el Hemisferio Sur de la Tierra, que permitirán precisar la masa del satélite.


A su vez, el sistema de anillos recién descubierto supera considerablemente en tamaño al del planeta Saturno: el radio del anillo exterior es de decenas de millones de kilómetros, mientras que el anillo exterior del propio Saturno tiene un radio de 480.000 kilómetros. La masa total de los cuatro anillos detectados equivale a la masa de la Luna. Los investigadores opinan que los intervalos entre cada anillo podrían haberse formado por los satélites del objeto en el proceso de su formación.


Dos nuevos ‘Tatooines’
Con la ayuda del telescopio cósmico Kepler, un grupo de astrónomos detectaron dos planetas que orbitan alrededor de una estrella doble, como el ficticio mundo Tatooine de la saga Star Wars. Los nuevos planetas, que fueron bautizados Kepler-34b y Kepler-35b, son gigantes gaseosos similares a Saturno.



Mark A. Garlick
Mark A. Garlick


Kepler-34b da una vuelta completa alrededor de sus dos soles, cuyo tamaño es semejante a nuestro astro, cada 289 días. Kepler-35b emplea un periodo de 131 días, sus estrellas son un poco menores que el Sol. Ambos sistemas se encuentran en la constelación de Sygnus, Kepler-34 se halla a una distancia de 4.900 años luz de la Tierra y Kepler-35, a 5.400 años luz, lo que lo convierte en el sistema planetario más lejano de los conocidos.


En septiembre de 2011 otro grupo de astrónomos ya informó del descubrimiento de un planeta que está iluminado por dos estrellas, Kepler-16b, que se encuentra a 200 años luz de la Tierra y está localizado en la constelación de Cygnus. El hallazgo de los nuevos ‘Tatooine’ muestra que estos planetas pertenecen a una clase especial, cuya posibilidad estaba cuestionada desde hace mucho.



Fuente: [http://elobservatoriodeltiempo.wordpress.com]