Londres. (Efe).- Un grupo de científicos chinos y estadounidenses publica hoy en la revista Nature un estudio que arroja luz sobre cómo se formaron las primeras galaxias del Universo, una de las zonas oscuras de la astrofísica moderna.
El grupo liderado por Yong Shi, de la Universidad china de Nankín, se ha valido de observaciones de galaxias cercanas pobres en elementos metálicos para inferir los mecanismos que dieron lugar a las estructuras estelares primitivas.
Los metales -elementos más pesados que el helio- facilitan el enfriamiento del gas interestelar, lo que permite que se den las condiciones apropiadas para que se formen estrellas. Esos elementos pesados, sin embargo, se crean precisamente en el interior de las estrellas, por lo que uno de los mayores desafíos de la astrofísica es explicar cómo surgieron las primeras galaxias en un ambiente extremadamente pobre en metales.
Para comprender esos procesos, Shi y sus colegas han observado a través del telescopio espacial Herschel dos galaxias cuyo gas interestelar prácticamente no contiene metales. Se trata de Sextans A, una galaxia enana irregular a 4,5 millones de años luz de la Tierra, y la más lejana ESO 146-G14, una formación elíptica a 73,3 millones de años luz.
A partir del estudio de siete cúmulos estelares en esas galaxias, los científicos han determinado que la formación de estrellas es poco eficiente en esas condiciones. El grupo de Shi ha detectado además una mayor cantidad de luz infrarroja de la que preveía la teoría para ese tipo de galaxias, lo que podría indicar la presencia de más polvo y gas interestelar del que se esperaba.
«Comprender la formación estelar en pequeñas galaxias de nuestro entorno nos permite profundizar en la formación estelar del Universo primigenio», subraya en la revista Nature Bruce Elmegreen, coautor de la investigación.
Sextans A y ESO 146-G14 «son ejemplos de cómo debían ser las galaxias durante los primeros mil millones de años después del Big Bang», subraya el investigador del Watson Research Center.
El científico estadounidense explica que mientras la creación de galaxias como la Vía Láctea está ampliamente estudiada, la comprensión sobre estructuras más pequeñas y lejanas oculta todavía secretos para los científicos.