La sonda Cassini tuvo que atravesar una gran neblina atmosférica al pasar por la región polar de Júpiter. Por eso el centro de esta espectacular imagen, correspondiente al polo sur del planeta, se ve turbio y menos detallado que el resto del planeta, según explica la Agencia Espacial Europea (ESA).

Impresionante imagen del hemisferio sur de Júpiter.
Impresionante imagen del hemisferio sur de Júpiter. Crédito: NASA/JPL/Space Science Institute

 

Esta perspectiva poco habitual del gigante gaseoso es la que se podría ver si nos colocásemos justo bajo el hemisferio sur del planeta. Para lograr este ‘mapa polar’ se utilizaron 18 imágenes tomadas por el orbitador durante dos días. Según asegura la ESA, el mapa es muy detallado, mostrando incluso detalles que miden cerca de 120 kilómetros de diámetro (el de Júpiter es de 139.822 kilómetros).

Las enigmáticas capas concéntricas están formadas por nubes de amoniaco, sulfuro de hidrógeno y agua, y sus límites están marcados por sistemas con fenómenos meteorológicos agresivos. Muchas de las manchas más claras están formadas por grandes tormentas eléctricas.

Júpiter tiene un clima muy dramático debido a que el eje de este planeta no está tan inclinado como el de la Tierra, por lo que no tiene cambios estacionales significativos. Por el contrario, tiene una atmósfera gruesa y tumultuosa llena de tormentas y caóticos sistemas de nubes. Las turbulencias de Júpiter y los fuertes vientos crean vórtices y tormentas huracanadas con vientos de hasta 360 kilómetros por hora, según detalla la ESA.

La Gran Mancha Roja, visible en esta imagen en la parte superior izquierda, es en realidad un anticiclón que se ha ido produciendo desde hace cientos de años. Sin embargo, recientes imágenes tomadas por el Telescopio Espacial Hubble muestran que se ha ido reduciendo.

Cassini-Huygens, una misión de la NASA, la ESA y la agencia espacial italiana ASI lanzada en 1997, orbitó la Tierra, Venus y Júpiter en su viaje hacia su destino final, Saturno.