La aparición de una misteriosa huella de veinte metros de diámetro en un campo adyacente a la Ruta 36, en Melchor Romero (La Plata, Buenos Aires, Argentina), enmarca en una de los más de sesenta eventos denunciados en enero, atribuidos por los ufólogos a la gran oleada ovni que registra la Argentina.

«La huella es una marca reciente, tiene forma de herradura y está ubicada a metros de un pequeño arroyo», señaló el titular de la Fundación Ovnilógica Argentina (FAO), Luis Burgos, a MAS ALLA DEL MISTERIO, a poco de haber realizado una profunda investigación en el terreno.

Burgos, también miembro fundador del grupo Investigadores de Campo Ovnis Unidos (ICOU), precisó que la huella cuya aparición fue un hecho reciente, se encuentra ubicada en una geografía que para los estudiosos de este fenómeno configura una zona de atracción para la actividad ufológica.

A criterio del investigador, la huella cuyos bordes son de unos 80 centímetros, es una manifestación más de «la gran oleada» ovni que se mantiene en el país ya desde los últimos dos días de diciembre y que hasta el momento han dado lugar a más de sesenta denuncias.

«Es cierto que aún hace falta la tarea de depuración respectiva que certificará la autenticidad de los casos pero más allá de ese chequeo convalide el 60 o el 50 por ciento de los casos -indicó- el registro de actividad para un mes de enero es francamente notable».

Huella encontrada luego de oleada OVNI.
 

El alto número de casos «posibles» abre no obstante la puerta a lo que sin duda es una presencia masiva de hechos asociados con el fenómeno ovni que el investigador clasificó en diferentes ítems como observación de fenómenos de altura, explosiones misteriosas, caídas de ovnis y registro fotográfico de anomalías en el cielo.

La provincia de Buenos Aires, con un cuantioso número de casos provenientes del Conurbano bonaerense, «se está llevando las palmas en el primer mes del año ya que el 60 por ciento de los hechos denunciados en toda su extensión, seguida por Entre Ríos y Córdoba».

Hipótesis decimal

Para Burgos, la presente oleada no hace otra cosa que validar la Hipótesis Decimal, a la que adscribe, y que marca en el tiempo momentos de mayor número de casos ovni precedidos y continuados por largos períodos de «amesetamiento» de la actividad.
«De hecho eso es lo que está ocurriendo y que coincide tras años de no registrar una actividad de este tipo, con el anuncio que oportunamente hicimos respecto a que entre 2015 y 2018 iba a darse una marcada presencia de estos fenómenos».

En ese marco, indicó el miembro de ICOU, el registro apuntado en el primer mes del año posicionan al pasado mes como uno de los eneros con mayor cantidad de episodios ovni denunciados, al punto que la histórica oleada de 1968 sólo 5 tuvieron lugar en los primeros 31 días del calendario. «Y es más: en la gran oleada de 1978 no hubo ningún caso en enero», añadió.

Los archivos de la FAO detallan que la última gran oleada de 2008 significó en todo ese año unos 550 casos, a lo que le continuó, dijo Burgos, una abrupta caída que hizo rondar el centenar de casos al año en una suerte de meseta casuística que se extendió hasta ahora.

El Cono Sur convertido en polo de atracción

Luis Burgos afirmó que «no hay una explicación concreta para hacer referencia a esas oleadas que se vienen registrando desde 1947» y precisó que muchos casos ovni también fueron denunciados en distintos países sudamericanos, especialmente en Uruguay, Chile y Venezuela. «Es evidente que el Cono Sur atrae», subrayó Burgos, que hizo hincapié en que «la Argentina es un polo de atracción habitual, evidentemente por las características de su geografía» proclive a los fenómenos ovni «y a la experimentación ultrasecreta que también tiene lugar en nuestro país».