La controvertida idea de la existencia de universos paralelos surgió como una teoría dentro de la mecánica cuántica alrededor de 1957. En resumen, mantiene que el universo se ramifica en un montón de nuevos cosmos alternativos. Algunos se parecen al nuestro pero otros son completamente diferentes, de forma que todas las posibilidades se toman en cuenta.
Académicos de la Universidad de Griffith (Australia) no solo creen que esos multiversos existen, sino además están convencidos de que interactúan entre ellos. En un artículo publicado en la prestigiosa revista Physical Review X, Howard Wiseman y Michael Hall, del Centro de Dinámica Cuántica de Griffith, y Dirk-Andre Deckert, de la Universidad de California, explican que en lugar de evolucionar de forma independiente, estos mundos cercanos se influyen entre sí por una sutil fuerza de repulsión. A su juicio, tal interacción podría explicar todo lo que es extraño acerca de la mecánica cuántica.
Se necesita la teoría cuántica para explicar cómo funciona el universo a escala microscópica, y se cree que es algo aplicable a toda la materia. Pero es muy difícil de comprender, exhibiendo fenómenos extraños que parecen violar las leyes de causa y efecto.
Como el eminente físico teórico americano Richard Feynman observó una vez: «Creo que puedo decir con seguridad que nadie entiende la mecánica cuántica». Sin embargo, el enfoque de «Muchos Mundos que interactúan», desarrollado en la Universidad de Griffith, ofrece, según los propios autores, «una perspectiva nueva y atrevida en este campo desconcertante».
«Cada universo se ramifica en un montón de nuevos universos cada vez que se hace una medición cuántica. Por consiguiente, todas las posibilidades se toman en cuenta. En algunos universos el asteroide que mató a los dinosaurios pasó de largo y en otros, Australia fue colonizada por los portugueses», explica Wiseman.
«Los críticos cuestionan la realidad de estos otros universos, ya que no influyen en nuestro universo en absoluto. Pero en este punto, nuestro enfoque es completamente diferente», añade.
Fuerza de repulsión
El profesor Wiseman y sus colegas proponen que el universo que experimentamos es sólo uno de un número gigantesco de mundos. Algunos son casi idénticos a los nuestros mientras que la mayoría son muy diferentes. Todos estos mundos son igualmente reales, existiendo continuamente a través del tiempo, y poseen propiedades que se definen con precisión. Además, todos los fenómenos cuánticos surgen de una fuerza universal de repulsión entre los mundos «cercanos» (es decir, similares) que tiende a hacerlos más disímiles.
Hall cree que su teoría puede incluso crear la extraordinaria posibilidad de probar la existencia de otros mundos. «La belleza de nuestro enfoque es que si hay un solo mundo nuestra teoría se reduce a la mecánica newtoniana, mientras que si hay un número gigantesco de mundos reproduce la mecánica cuántica», dice. «En el medio, predice algo nuevo que no es la teoría de Newton, ni tampoco la teoría cuántica».
La capacidad a la aproximación de la evolución cuántica utilizando un número finito de mundos podría tener ramificaciones significativas en la dinámica molecular, lo cual es importante para la comprensión de las reacciones químicas y la acción de los fármacos.