Las esferas de Klerksdorp son unas esferas metálicas que se han ido encontrando por mineros en Ottosdal (Sudáfrica) sobre estratos precámbricos de hace 2.800 millones de años. Actualmente se exponen en el museo de Klerksdorp. Klerksdorp es una localidad sudafricana ubicada en el distrito de Matlosana fundada en 1837 por los voortrekkers. Lleva el nombre del primer magistrado de la localidad Jacob de Clerq.
El supereón Precámbrico es una división informal de la escala temporal geológica, es la primera y más larga etapa de la historia de la Tierra —más del 88 %—, que engloba los eones Hádico, Arcaico y Proterozoico. Este supereón comenzó cuando se formó la Tierra, hace entre 4567,9 y 4570,1 millones de años y terminó hace 542,0 (±1,0) millones de años. Duró aproximadamente 4027 millones de años y dio paso al Eón Fanerozoico / Era Paleozoica / Período Cámbrico. El estudio del Precámbrico es muy complejo, pues en general las rocas formadas durante este tiempo están muy transformadas por diferentes ciclos orogénicos (deformación tectónica, metamorfismo, etc.) y los fósiles son muy escasos. Las rocas precámbricas son principalmente ígneas y metamórficas. En Sudáfrica, Cratón de Kaapvaal, en Australia Occidental, Cratón de Pilbara y en Groenlandia se encuentran las rocas terrestres más antiguas datadas en 3800 millones de años aproximadamente.
Las rocas precámbricas son principalmente ígneas y metamórficas. En Sudáfrica, Cratón de Kaapvaal, en Australia Occidental, Cratón de Pilbara y en Groenlandia se encuentran las rocas terrestres más antiguas datadas en 3800 millones de años aproximadamente.
Se dice que, por su forma esférica y finos surcos, sólo pueden haber salido de seres inteligentes. Este punto de vista se recoge en la obra Arqueología prohibida de Michael Cremo.
La singularidad de su aspecto externo induce a pensar en un origen artificial para aquellos ejemplares que actualmente se exhiben en el Museo de Klerksdorp , aunque también son bastantes los investigadores que atribuyen a un origen natural su llamativa morfología.
Todas las esferas presentan formas perfectamente redondeadas y una superficie pulida, con una línea recta rodeando el diámetro mayor que, frecuentemente, aparece acompañada de otras dos líneas paralelas distribuidas hacia un lado y hacia el otro de la línea central.
Debido al hecho de que han aparecido enterradas en una capa geológica cuya antigüedad aparente provoca gran contrariedad entre la ciencia oficial, son muchos los especialistas que opinan que las esferas pertenecieron a una civilización tecnológicamente avanzada y extinguida hace más de 2.800 millones de años, cuando la roca que las contenía comenzó a solidificarse.
Por el contrario, los detractores de dicha teoría se inclinan a pensar que las piedras son el producto de nódulos de pirita y goethita de origen metamórfico. No obstante, el tallado de las líneas sí que carece de argumento sostenible, tanto por su caprichoso aspecto, como por la dureza del material con que tendrían que haber sido talladas.
Según defienden otros investigadores, como el profesor de geología A. Bissehoff, de la Universidad de Potchefstroom, las esferas serían aglomerados de limonita. Sin embargo, los artefactos de Klerksdorp fueron hallados en nichos individuales: un modo totalmente contrario a la disposición en la que suelen encontrarse los aglomerados de limonita.
Con similar destino al de muchos otros Oopart, el misterioso origen de las esferas de Klerksdorp probablemente permanezca también en un olvido eterno, relegado y aguardando tras la vitrina de un museo.
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