Durante una noche reciente, varios residentes de Los Ángeles observaron un objeto de apariencia inusual en el cielo. Según los testigos, el fenómeno consistía en una formación luminosa con forma de «V», visible por un periodo aproximado de treinta minutos antes de desaparecer por completo. El evento, captado mediante grabaciones de teléfonos móviles, ha generado interés público debido a las características visuales que lo distinguen de los vuelos o fenómenos atmosféricos comunes.
El avistamiento OVNI ocurrió cuando dos personas, ubicadas en un balcón con vista al cielo urbano, notaron una serie de luces que parecían dispuestas de forma simétrica. Las luces delineaban una estructura oscura en forma de «V» o boomerang, perceptible incluso en medio del resplandor característico del cielo nocturno de la ciudad. Los testigos decidieron grabar lo que estaban viendo, y el objeto permaneció visible durante un tiempo prolongado antes de desaparecer sin dejar rastros visibles ni señales de movimiento brusco.
Descripción del objeto volador
Las personas que observaron el fenómeno afirmaron que las luces del objeto eran más grandes y brillantes que las estrellas del entorno. Se mantenían encendidas sin parpadear y sin modificar su posición relativa entre sí. No se registraron sonidos de motores ni indicios de propulsión visibles, como emisiones de gases o estelas. El silencio absoluto fue uno de los elementos que más llamó la atención, ya que descartaba la posibilidad de que se tratara de una aeronave comercial o de un dron convencional.

La estructura general del objeto fue descrita como oscura o negra, con bordes iluminados por una serie de puntos brillantes. La forma recordaba a un boomerang, con dos secciones alargadas que se unían en un vértice central. A simple vista, parecía flotar en una posición fija, con ligeros desplazamientos apenas perceptibles. El brillo de las luces permanecía constante, sin cambios de color ni destellos intermitentes, lo que reforzaba la sensación de estabilidad.
El fenómeno fue observado desde diferentes ángulos por los testigos, aunque no se dispone de coordenadas exactas del lugar ni de información precisa sobre la altura o distancia del objeto. Las grabaciones muestran un cielo despejado, sin nubes densas ni reflejos evidentes de la ciudad que pudieran explicar la aparición de una forma luminosa tan definida. Tampoco se reportaron condiciones meteorológicas inusuales, lo que reduce la posibilidad de que se tratara de un reflejo atmosférico o un fenómeno óptico producido por la contaminación lumínica.
El objeto mantuvo su presencia visible durante alrededor de media hora. Finalmente, desapareció sin producir rastro alguno. Los testigos no observaron desplazamientos rápidos, apagado progresivo de las luces o caída hacia el horizonte. Simplemente, la estructura dejó de ser visible. Este comportamiento llamó la atención, ya que los fenómenos luminosos de origen humano o natural suelen presentar variaciones de intensidad o movimiento antes de desvanecerse.
El material grabado fue remitido a un centro independiente de recopilación de reportes de objetos aéreos no identificados. Este tipo de organizaciones se dedica a registrar observaciones ciudadanas y a clasificarlas según las características descritas por los testigos. Aunque los reportes son revisados y archivados, la ausencia de datos instrumentales, como mediciones de radar o registros de vuelo, dificulta establecer conclusiones verificables sobre su origen.
Se reportaron avistamientos similares
Avistamientos similares han sido registrados en distintas regiones de Estados Unidos en los últimos meses, con descripciones coincidentes: luces dispuestas en forma de triángulo o «V», movimientos lentos y ausencia de sonido. Algunos observadores asocian estas manifestaciones con posibles aeronaves experimentales o vuelos en formación de varios aparatos. Sin embargo, en la mayoría de los casos no existen confirmaciones oficiales que corroboren estas hipótesis.
En el caso concreto de Los Ángeles, no se han reportado ejercicios militares ni maniobras aéreas programadas que expliquen la presencia del objeto. Las autoridades aeronáuticas no han emitido comunicados sobre el evento, y los controladores aéreos locales no registraron irregularidades en los vuelos comerciales durante la noche en que ocurrió el avistamiento. Tampoco se han identificado lanzamientos espaciales o actividades astronómicas que pudieran producir una apariencia semejante en el cielo.
La forma triangular o en «V» es una de las más comunes dentro de los reportes contemporáneos de objetos no identificados. Desde hace años, diferentes testigos han descrito estructuras de apariencia sólida con luces distribuidas de manera uniforme en sus bordes. En algunos casos, estos objetos se han desplazado lentamente sobre áreas urbanas antes de desaparecer. Las similitudes en las descripciones alimentan el interés por comprender si estos fenómenos responden a causas naturales, tecnológicas o desconocidas.
Entre los aspectos más destacados del caso de Los Ángeles se encuentra la duración del avistamiento. Treinta minutos constituye un periodo extenso para un fenómeno óptico temporal, lo que permite descartar causas breves como destellos, reflejos o meteoros. Sin embargo, sin información técnica complementaria, no es posible determinar si la duración se debió a la persistencia del objeto o a la percepción de los observadores desde un ángulo constante.
También resulta llamativo que el objeto pareciera carecer de movimiento propio. La mayoría de los cuerpos celestes o aeronaves visibles desde la superficie terrestre muestran desplazamiento respecto a las estrellas o puntos de referencia. En este caso, el objeto se mantuvo estático, lo que sugiere que podría encontrarse a una distancia considerable o que su movimiento fue imperceptible debido a la orientación del observador. Ninguno de los testigos reportó trayectorias de vuelo ni cambios de posición notorios.
Llamativo patrón de luces
Otra característica destacada fue el patrón de luces. Las fuentes luminosas estaban alineadas de forma precisa, con una distribución simétrica que delimitaba el contorno de la estructura. Este tipo de disposición no se corresponde con las luces de navegación convencionales de aviones, que suelen parpadear o alternar colores. Las luces del objeto permanecían fijas, sin alternancia visible, lo que contribuyó a su apariencia uniforme.

La falta de sonido sigue siendo uno de los elementos más enigmáticos del caso. Incluso las aeronaves de propulsión silenciosa producen algún nivel de ruido perceptible, especialmente en entornos urbanos. Los testigos no registraron zumbidos, vibraciones ni interferencias acústicas, lo que sugiere que el fenómeno no estaba asociado a motores de combustión o a hélices. Tampoco hubo evidencia de que el objeto generara desplazamiento de aire o turbulencias visibles.
El evento ha sido incorporado al registro contemporáneo de fenómenos aéreos no identificados, junto con numerosos reportes que comparten rasgos similares. Estas observaciones, aunque frecuentes, enfrentan las mismas limitaciones: la dependencia de testimonios visuales, la ausencia de verificación técnica y la falta de correlación con datos de vuelo o condiciones meteorológicas. Por ello, su análisis suele permanecer en el terreno descriptivo, sin llegar a conclusiones verificables.
Al igual que en otros casos de observaciones aéreas, el estudio de este fenómeno se ve obstaculizado por la ausencia de información complementaria. No existen datos sobre altitud, tamaño, velocidad ni composición material del objeto. Las grabaciones disponibles muestran únicamente puntos de luz contra el cielo oscuro, lo que impide medir dimensiones o establecer distancias. Sin estos parámetros, es imposible determinar si se trataba de un objeto de gran tamaño a gran altura o de una fuente más pequeña a menor distancia.
El caso de Los Ángeles ilustra los desafíos inherentes a la documentación de fenómenos aéreos sin instrumentos de medición. Aunque los testimonios son coherentes entre sí, carecen de la información necesaria para validar hipótesis técnicas. Las grabaciones permiten confirmar la presencia de un conjunto de luces dispuestas en forma de “V”, pero no aportan elementos que permitan identificar su origen o composición.
Hasta el momento, no se han divulgado resultados de análisis forenses sobre los videos grabados. Tampoco existen informes públicos que confirmen o desmientan la autenticidad de las imágenes. El evento continúa siendo objeto de observación y debate, especialmente entre quienes estudian fenómenos aéreos no identificados con fines de documentación civil. El interés en este tipo de incidentes se mantiene debido a su recurrencia y a la posibilidad de que futuras observaciones aporten más datos verificables.
El registro de objetos con esta forma ha sido constante en distintos puntos del país, lo que sugiere que las condiciones urbanas, los patrones de iluminación y el creciente uso de tecnologías aéreas podrían influir en las percepciones de los observadores. No obstante, la descripción precisa y prolongada del caso de Los Ángeles lo convierte en uno de los más notables entre los recientes informes de fenómenos aéreos no explicados. A falta de confirmaciones técnicas, el suceso permanece abierto a futuras revisiones que puedan determinar si se trató de un objeto físico, una ilusión óptica o una proyección de luces no identificada.
Referencias: DailyMail – V-shaped UFO filmed hovering over Los Angeles as expert reveals incredible details of sighting (Fuente) – NUFORC
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