1ª parte.
¡Mucho se habla de los «grises», pero, ¿quiénes son?!.
Dos de las personas, civiles, que mejor pueden hablarnos de esos seres «galácticos» son, sin duda alguna, Anne Givaudan y Daniel Meurois. ¿Quién que esté realmente interesado en la temática extraterrestre y otras realidades de la Vida, no conoce o ha oido hablar de estas dos sencillas y respetables personas, que irradian sencillez, honestidad y humildad por los cuatro costados?. Estos dos grandes y sencillos seres, originarios (no son los únicos) de Venus, en realidad, son ¡»los dos olivos»!, ¡»los dos testigos»!…, de los que habla, aunque en el lenguaje de los símbolos, el libro de S. Juan, el Apocalipsis (Ap. 11-v.3,4). Acaso, ¿nadie que haya leido el Apocalipsis, se ha preguntado quiénes son y dónde están esos «dos candelabros»?. ¡De la misma forma que nadie, o muy poquitos, reconocieron al Cristo hace 2.000 años en la figura del Maestro Jesús…, tampoco «hoy» nadie ha reconocido a los «dos testigos»!. ¿Nadie se ha preguntado qué es el Apocalipsis y…, cuándo llegará?. ¡Pero…, este es otro tema!. ¡Vamos al grano!.
En su libro, «El que viene», escrito en 1996, Anne y Daniel, describen cómo después de hacer un viaje atrás en el Tiempo, en los «Archivos Akásicos», no sus cuerpos físicos sino sus Conciencias, sus almas, junto a las de otros tres Grandes (Guías de la Humanidad) Seres Solares…, se sitúan en el interior de una base militar norteamericana ultrasecreta y subterránea, a comienzos de los años 50. Allí, son testigos de un encuentro real, pero que salía fuera de lo normal. Con los ojos de su alma, presenciaron, en esa base un encuentro entre estos seres los «grises» y ciertos responsables del gobierno norteamericano de aquel entonces. Anne y Daniel, dicen que los «grises» son seres que vienen de un mundo excesivamente lejano al nuestro, ya que son varios años-luz los que nos separan de su mundo. Son de pequeña estatura, como niños de unos diez años.
Tienen los ojos pequeños y vivos, su boca es excesivamente fina, su nariz, casi inexistente y su cuerpo está cubierto completamente de pelo gris y corto. Su cabeza es de proporciones normales. Estos seres, hace mucho tiempo que observan la Tierra, pero, a su vez, ellos también están siendo observados por aquellos que tutelan la evolución de la Humanidad desde el Alba de los Tiempos.
El pueblo de los «grises» tiene una carencia muy importante que afecta a su mundo emocional, el de la sensibilidad y de la afectividad. Cualidades estas que permanecen en ellos en estado embrionario. El pueblo de estos seres sufre de una extrema sequedad y frialdad del alma, hasta tal punto, que los conceptos de Amor y Compasión les son extraños.
Por esta razón su pueblo sufre un grave problema inmunitario. Estos seres aún siendo muy inteligentes intelectualmente, no comprenden que cuando el alma de un ser se aleja de la Luz, es decir, del Amor, enfermará y verterá en su cuerpo físico, de una forma u otra, esa enfermedad. ¡La Luz, es decir, el Amor, vivifica el alma y regenera el cuerpo, de cualquier ser del Universo!. El cuerpo no es más que un fiel traductor de lo que ocurre en el alma, sea el ser que sea. Sin embargo, la Vida (la Conciencia Universal) les dió la oportunidad de avanzar notablemente en el campo del razonamiento intelectual…
2ª parte – Los «grises»
Estos seres, los «grises», no funcionan según los principios de la actual conciencia humana. No es que sean ni buenos ni malos, sino que actúan en función de su conciencia colectiva que les empuja a buscar «su» bien, su propio provecho, su supervivencia.
A principios de los años 50, estos diminutos seres, tuvieron varios encuentros con altas personalidades del gobierno norteamericano, incluido el mismo presidente de los EE.UU. en aquel entonces, D. Eisenhower, en una base militar ultrasecreta experimental y de intercambios planetarios.
Base construida según las necesidades de una situación que supera la comprensión habitual humana. Una auténtica ciudad subterránea con diversos niveles. En esos encuentros, que hubo con el presidente de los EE.UU. y algunos civiles, entre los que se encontraba uno de los primeros responsables de lo que aún no era en aquel tiempo el Gobierno Mundial, estos seres «galácticos» dijeron que no pretendían establecerse sobre nuestro planeta, que sólo deseaban realizar determinadas investigaciones y experimentos con animales, para así frenar el grave problema inmunitario que afecta a su pueblo. Y, llegaron a un pacto.
Estos seres hicieron al gobierno norteamericano una aportación científica sin precedentes, a cambio, por supuesto, que se les permitiera hacer algunos experimentos con ciertos animales. Esa primera aportación científica, era una pequeña pieza metálica, parecido a un Chip, que permitió dar un gran salto a la tecnología del siglo pasado, siglo XX, y que dio a los Estados Unidos de América una supremacía tecnológica temporal. Temporal porque ese mismo pacto de exclusividad, que estos seres velludos habían hecho con los americanos, lo repitieron, igualmente, con altas personalidades y representantes del gobierno soviético.
Obviamente, todo esto, así narrado, a la inmensa mayoría de los que lo lean, les puede parecer que están leyendo el argumento de alguna película de ciencia-ficción. Pero, es la pura realidad. Verdad que se viene ocultando desde entonces.
Sin embargo, todo esto, no tendría mayor importancia de no ser porque estos seres «galácticos», en realidad, MINTIERON TANTO AL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS COMO AL GOBIERNO DE LA U.R.S.S. de aquel entonces.
Los «grises» que, inspiraron el movimiento nazi, hicieron un pacto similar, al que hicieron con los americanos y con los rusos, con Hitler y altos mandos del ejército alemán. También a estos les aportaron cierta tecnología, y le aseguraron a Hitler una victoria indiscutible y el control total del planeta entero, a cambio, también de que a «ellos» les dejaran las manos libres para realizar experimentos con animales. ¡Pero, fracasaron…, Hitler perdió la guerra!.
El objetivo de estos seres, los «grises», y que ignora absolutamente la mayoría de los humanos que colaboran con «ellos» y que constituyen el núcleo del Gobierno Mundial, es, después de haber ayudado a los individuos que constituyen ese Gobierno Oculto a establecer «una raza única dominante», EL DOMINIO TOTAL Y ABSOLUTO DEL PLANETA TIERRA Y UNA «FUSIÓN GENÉTICA» CON SUS ÚTLTIMOS HABITANTES..
3ª parte – Los «grises»
¡ESTÁ EN JUEGO NO SÓLO EL PLANETA TIERRA, SINO TAMBIÉN EL CONTROL TOTAL DE TODAS LAS CONCIENCIAS, TANTO A NIVEL INDIVIDUAL COMO COLECTIVO, DE TODOS SUS HABITANTES!.
A pesar de todo, los Seres Solares, nuestros Hermanos Mayores de las Estrellas, nos dicen que no debemos convertir a esos (ni a ninguno) seres «galácticos» en la causa de todos nuestros males. Es verdad que hay diversas civilizaciones que manifiestan un cierto «interés» por la Tierra, y que su meta es apoderarse de nuestro planeta. Pero sería pueril clasificar a estos seres como «buenos» o «malos». Lo que para la mayoría representa el mal, sin embargo, para otros es lo justo, lo normal, el bien…, es decir, «su» bien. Estos seres son lo que una gran parte de hombres y mujeres de la Tierra, son en la actualidad, gente que sólo mira su propio bienestar y con el corazón vacío de Amor y Compasión… Estos seres no son más que un reflejo de nosotros mismos, porque como «ellos», nosotros también tratamos, en cuanto tenemos la menor oportunidad, de someter, dominar e imponernos a los demás.
¿Qué haría el ser humano si consiguiera poner el pie en otro planeta?. Estos seres, también, encarnan y personifican la falta de Amor y Compasión que existe en los corazones de la mayoría de hombres y mujeres de la Tierra. En la Tierra cada uno de sus habitantes todavía se preocupa más de «su» bien…, que del Bien común.
Los Seres Solares, nos dicen que estos diminutos seres han llegado a la Tierra con una intención puramente personal, pero sin saberlo, se han puesto al servicio de la Gran Luz (Dios), que les ha permitido asentarse provisionalmente en la Tierra. La avanzada tecnología de estos seres ha permitido dar un gran salto adelante a nuestra ciencia, pero, a cambio, ellos mismos se tranforman abriéndose poco a poco al Amor, gracias al Gran Ser que es la Tierra y la energía-amor que transmite hacia la superficie del planeta. Después de todo, dicen los Seres Solares, estos seres no son más que «herramientas» que la Gran Fuerza de la Vida (Dios)ha permitido que se asentaran en nuestro planeta, frente a nosotros, para forjarnos. Y, sin ellos saberlo, obligan a nuestro corazón a la reacción, a la tensión y, en definitiva, AL DESPERTAR.
Como dicen los Grandes Seres Solares…, ¡estamos llamados a pensar universalmente y no está mal que los acontecimientos venideros nos fuercen a hacerlo!. En esta Gigantesca Iniciación Planetaria por la que está pasando la Humanidad, sin darse cuenta, estos seres «galácticos» representan UNA «PRUEBA» de las muchas por las que tendremos que pasar aún. Todo forma parte del proceso de despertar y liberación de la humanidad…, todo forma parte de un gran lpan divino, inconcebible para la mente humana y tampoco para la de los Grises.
El pueblo de los «grises» podría curarse, mañana mismo, del grave problema inmunológico que les afecta desde hace muchísimo tiempo. Son muy inteligentes pero tienen el corazón más seco que el desierto del Sahara. ¡Sólo tienen que abrir un poco, no su mente, sino su corazón al Amor, la compasión, la ternura, el afecto, la risa, el llanto…, en definitiva, a los sentimientos. ¡Cuando el alma de un ser, o de todo un pueblo, se aleja de la Luz Creadora de todo cuanto existe, llamémosla Dios o como queramos, tarde o temprano esa alma enfermará y verterá en su cuerpo biofísico: una enfermedad!.
«El cuerpo no es más que un fiel traductor de lo que ocurre en el alma». ¡Un alma que ama LA VIDA (Dios) y cualquiera de sus infinitas manifestaciones, no enferma jamás!.
Por supuesto, todo esto que aquí se ha dicho, va a llegar a aquellos a los que aquí mencionamos… ¡Confiemos en que se dejen acariciar por la Luz-Amor y…reflexionen!.
Fuente: [Sabiens]