¿Batalla aérea extraterrestre en el año 1561?

 

En 1561, en la ciudad de Nuremberg, Alemania, aconteció un espectáculo que mas tarde, no iba a dejar a ninguno de sus habitantes indiferente. A partir de ese instante, las creencias, pensamientos y valores religiosos de los ciudadanos y ciudadanas de esta localidad, iba a cambiar radicalmente.


 

Eran las 6:30 de la mañana, el día empezaba a despuntar. Empezaba a verse y sentirse el lento despertar de la ciudad. Había gente que se dirigía a los campos adyacentes pacientemente, otros muchos se afanaban en terminar de montar sus tenderetes en el mercado de abastos de la ciudad, situado en aquel entonces en la plaza Hauptmarkt, y presidida por la imponente  iglesia de estilo gótico báltico, Nuestra Señora de Núremberg.

 

Poco a poco, empezaba a llenarse la plaza de mercaderías y de gente de toda condición que se desplazaba despreocupadamente entre los puestos de venta sencillos pero con carácter propio para realizar sus compras diarias entre mil y un aromas de frutas y verduras entremezclados, que conferían al lugar un carácter esplendoroso y apacible. Fue entonces cuando, alguien diviso en el cielo, un acontecimiento que estaba acaeciendo sobre sus propias cabezas y que al despuntar el día, se podía contemplar con toda claridad y lujo de detalle. Esferas de todos los tamaños moviéndose y desplazándose a toda velocidad,  de color rojo, Azul y negro. A veces sueltas y aparentemente independientes, y a veces en formaciones creando líneas de tres y de cuatro esferas, a veces formando un triangulo y otras un cuadrado.

 

Moviéndose entre medio de estas, y aparentemente si ninguna organización lógica, aparecían y desaparecían  objetos con forma de cruz de color rojo desplazándose lentamente. También Había dos objetos grandes en forma de tubo, con otros objetos idénticos pero de menor tamaño alrededor, como si de alguna manera acompañaran a estos últimos. Al mismo tiempo, del interior  de estos objetos mas  pequeños, salían y entraban frenéticamente esferas de color, moviéndose  en su entorno inmediato y describiendo círculos y movimientos irregulares entre estos objetos de forma cilíndrica. De repente, empezaron a moverse más rápido y comenzaron a “pelearse” entre ellos en un baile frenético de luces y movimiento. A medida que avanzaba el día y el sol iba ganando en altura, la observación de aquellos objetos se tornaba más dificultosa por el brillo del sol.

 

Transcurrida una hora, empezaron a caer del cielo objetos cilíndricos y esferas envueltos en llamas y con un gran estruendo. Cada vez que un objeto caía sobre el suelo, se  consumía lentamente, mientras desprendía una gran nube de vapor tras la cual y transcurridas algunas horas,  no quedaba rastro alguno de los objetos. También, advierten los testigos entrevistados en la época por el ciudadano Hans Glaser, que se observo todo el tiempo por debajo del nivel de las esferas, tubos y otros objetos, la presencia de un objeto de proporciones espectaculares y de color muy oscuro, con forma alargada, similar a una lanza. No son necesarias demasiadas aclaraciones para que el lector se pueda hacer una idea de lo que allí se vivió y de la expectación, miedo e inquietud que sentirían los testigos de semejante espectáculo. Se han alzado muchas voces en diferentes épocas desde que aconteció el fenómeno, intentando dar una explicación plausible de lo allí observado y registrado por los medios de comunicación y ciudadanos del lugar.

 

Desde el punto de vista científico se alude al  Parhelio o Halo, que no es mas que un fenómeno óptico de común concurrencia producido por la reflexión/refracción de la luz, asociado a muy determinados parametros ambientales y meteorologicos, como la ingente cantidad de particulas de hielo en suspensión  en las nubes de tipo Cirros, la temperatura, y el grado de saturación de particulas de agua en la atmósfera (humedad relativa) Suelen ser fenómenos asociados exclusivamente a los halos solares, y aparecen normalmente a 22º del sol, a ambos lados, los suelen acompañar manchas brillantes y reflejos de diversas tonalidades, en función de la humedad y otros parámetros.

 

Es conocido por todos que en esa época la industria productiva de Europa se centraba exclusivamente en la agricultura y ganadería, también conviene recordar que los habitantes de la zona, conocían perfectamente todos los fenómenos naturales asociados al clima, ya que dependían de el, y por aquel entonces, no había otra forma de prevenir cualquier advenimiento meteorológico fortuito que con la observación directa, así pues, no es de recibo que ningún testigo de semejante acontecimiento confundiera un halo solar ó una tormenta eléctrica, con lo descrito en distintos documentos de la época, máxime cuando no hay absolutamente ninguna posibilidad que los argumentos esgrimidos den ninguna explicación satisfactoria de la caída al suelo, y posterior incendio de ningún objeto.

 

También sé a intentado zanjar la cuestión apelando a otros fenómenos meteorológicos como arcos circumcenitales, Auroras boreales, electricidad atmosférica, factores abióticos,…..y un sin fin de explicaciones que no tienen otro objetivo que aportar argumentos conocidos y lógicos a un fenómeno que de ninguna manera los tiene, y que a su vez, nos hace de una manera u otra  participes mudos de un acontecimiento ajeno a cualquier fenómeno de origen natural  y que sin embargo, se a repetido a lo largo de la historia en todas las culturas.

La explicación definitiva de lo allí observado, depende en gran medida de la capacidad de deducción del lector sobre la base de los datos y grabados de la época aportados, y la capacidad intrínseca de no decantarse parcialmente a favor o en contra de ninguna explicación,  y si apegarse totalmente a la objetividad en función de los datos obtenidos y contrastados en distintas fuentes oficiales, para finalmente y como es de recibo, vd querido lector, tenga a su alcance las herramientas para formar su propia opinión objetiva de lo ocurrido en la ciudad de Nuremberg……. una tranquila mañana de abril de 1561

 

Bibliografía:

Glaser (Offizin, Nürnberg Inv-Nr.digit.Objekt   000003520   000003521

ZB Graphische Sammlung |  PAS II 12/60 |  ZB Graphische Sammlung (GSB)

Ein moderner Mythus:Von Dingen, die am Himmel gesehen werden.

Carl Gustav Jung, Edición 1958,  pag  374.