Aunque la posibilidad de que choque contra la Tierra es inferior a uno entre un millón, planean enviar una sonda para investigar su composición.

Varios científicos de la Academia de Ciencias de China han diseñado un plan para evitar que el asteroide Apofis -el cual pasará cerca de la Tierra el próximo 2036 con un riesgo de colisión ínfimo- no impacte contra nuestro planeta. Según afirma en su versión en línea el diario «South China Morning Post», los investigadores pretenden enviar una sonda espacial hasta la roca con el objetivo de recoger muestras con las que considerar la mejor posibilidad de desviarlo.

El Apofis fue descubierto en 2004, año en que también se estableció que existían unas posibilidades del 2’7% de que chocara contra nosotros en abril de 2029. Esto, según los expertos, tendría consecuencias devastadoras para nuestro planeta ya que, por su tamaño, el impacto equivaldría a la explosión de 20.000 bombas atómicas. Aunque la Tierra no sería destruida, varios cientos de km. alrededor de la zona de choque quedarían arrasados.

Asteroide Apofis
Asteroide Apofis

 

A pesar de que varios estudios rebajaron posteriormente el riesgo de que «el asteroide de juicio final» (como fue bautizado) impactara contra la Tierra en 2029, los científicos barajan la posibilidad de que su trayectoria se vea desviada ese año por la gravedad de nuestra planeta. Esto, podría provocar que en su siguiente visita (la cual sucederá en 2036) chocara contra nosotros.

Aunque las posibilidades de que esto suceda son inferiores a una entre un millón, los chinos han hecho válido el refrán de «más vale prevenir que curar» y han informado de que están elaborando un plan para desviar al Apofis. La primera parte de éste consiste en conseguir que una sonda aterrice en el meteorito para recopilar datos sobre el mismo. A continuación, y si los materiales del asteroide lo permiten, pretenden llevar hasta él una gigantesca vela de tan sólo 10 kg que, mediante el aprovechamiento del viento solar, lo desvíe.

La propuesta plantea sin embargo grandes dificultades técnicas. Una de ellas es la composición del Apofis, la cual sigue siendo un misterio. Por ello, la Academia de Ciencias de China ha puesto enfásis en la necesidad de que una nave viaje hasta el asteroide y obtenga muestras mediante una perforación de los materiales que lo forman, un plan que están desarrollando también las agencias espaciales de EE.UU., Europa y Rusia.