Un vehículo aéreo no tripulado, (UAV por siglas en inglés) también conocido como VANT, es una aeronave que vuela sin tripulación humana a bordo. Son usados mayoritariamente en aplicaciones militares. Para distinguir los UAV de los misiles, un UAV se define como un vehículo sin tripulación reutilizable, capaz de mantener un nivel de vuelo controlado y sostenido, y propulsado por un motor de explosión o de reacción.

También llamados “drones”, los vehículos aéreos no tripulados que se han establecido como una de las armas especiales de los ejércitos más modernos de la actualidad.

El avión no tripulado más antiguo fue desarrollado después de la Primera Guerra Mundial, y se emplearon durante la Segunda Guerra Mundial para entrenar a los operarios de los cañones antiaéreos.

No fue sino hasta finales del siglo XX cuando los “drones” comenzaron a ser operados mediante radio control, con todas las características de autonomía.

Existe una amplia variedad de formas, tamaños, configuraciones y características en el diseño de los UAV.

Históricamente los UAV eran simplemente aviones pilotados remotamente (en inglés: drones), pero cada vez más se está empleando el control autónomo de los UAV.

En este sentido se han creado dos variantes: algunos son controlados desde una ubicación remota, y otros vuelan de forma autónoma sobre la base de planes de vuelo preprogramados usando sistemas más complejos de automatización dinámica.

Actualmente, los UAV militares realizan tanto misiones de reconocimiento como de ataque.

Los UAV también son utilizados en un pequeño pero creciente número de aplicaciones civiles, como en labores de lucha contra incendios o seguridad civil, como la vigilancia de los oleoductos.

Los vehículos aéreos no tripulados suelen ser preferidos para misiones que son demasiado “aburridas, sucias o peligrosas” para los aviones tripulados.

Los UAV han demostrado en diferentes escenarios y especialmente en la Guerra del Golfo y en la Guerra de Bosnia, el gran potencial que pueden tener. En cuanto a la obtención, manejo y transmisión de la información, gracias a la aplicación de nuevas técnicas de protección de la misma (Guerra electrónica y criptografía) resulta posible conseguir comunicaciones más seguras, más difíciles de detectar e interferir.

 

Fuente: [http://eleconomista.com.mx]