Se trata de una inmensa llamarada solar escala X5.4, que supone un tamaño inicial que duplicaría el de la conocida llamarada solar de San Valentín de Febrero del año pasado (X2.2)
De hecho, como ha informado igualmente el Observatorio del Clima Espacial , desde dicha llamarada X1.1 de antes de ayer y hasta lanzar la nueva llamarada X5.4 de hoy – en sólo un lapso de 48 horas – la región solar 1429 ha lanzado ya hacia nosotros nada menos que otras 9 llamaradas de la escala inmediatamente inferior, la M, así como otras 3 prácticamente equiparables a M (C9.9, C9.3 y C9.6). Y al igual que el pasado lunes la llamarada ha llevado asociado fuertes apagones de radio escala R3 por ionización, en esta ocasión en la región noreste de Australia y Nueva Guinea. En estos momentos y según los primeros datos de NOAA la eyección de masa coronal (CME por sus siglas en inglés) surgida de la llamarada se desplazaría a una velocidad de casi 2275 kilómetros por segundo, y se esperaría a la llegada de sus efectos para los próximos 8-9 de marzo.
Noche de observación
Pero en esta larga noche de observación e intensa actividad solar ha dejado también otra esperada noticia, la llegada de los efectos de la CME surgida precisamente de la llamarada X1.1, y respecto la que NOAA prevé para las próximas horas alguna tormenta geomagnética menor (G1) aislada en altas latitudes como ya informó nuevatribuna.es. Desde el Observatorio del Clima Espacial han querido dejar claro que si bien esta llamarada resulta más espectacular o llamativa que otras, por si misma no es motivo suficiente para que sea causa de ningún tipo de problema tecnológico en la tierra, como ya se constató con la citada llamarada X6 de agosto de 2011, si bien consideran que debe ser observada “con la lógica atención”, y que el normal incremento de la actividad solar en los próximos 24 meses “debería llevar a una reflexión en torno al estado de la prevención ante este riesgo, más ahora que acaban de ser publicados nuevos estudios que lo confirman”.
Fuente: [todoprensa.blogspot.com]