A medida que el verano se acerca al hemisferio norte de Titán, la luna más grande de Saturno, la nave espacial Cassini de NASA ha logrado medir la profundidad de su mayor lago de metano/etano, el Kraken Mare, de 400 000 kilómetros cuadrados, y ha reexaminado la estructura temporal de Ligeia Mare, apodada «la Isla Mágica».

Empleando las mismas técnicas desarrolladas para medir las profundidades de Ligeia Mare en 2013, el equipo del radar de Cassini tomó imágenes de una franja de 200 km de longitud de una orilla a otra del Kraken Mare en agosto de 2014, logrando aislar la señal reflejada por un segmento poco profundo de 40 km del fondo marino. Los ecos distintivos de doble pico procedentes de una región cercana a la abertura de un valle fluvial inundado que alimenta al mar indican profundidades de metano líquido de 20-35 metros. En cambio, no se consiguieron datos del fondo marino del Kraken Mare en los restantes 160 km, lo que indica que o bien el líquido era demasiado profundo (más de 200m) o absorbía mucho más que el de Ligeia Mare. Sin embargo, los datos de altimetría muestran tierra seca muy pendiente que conduce al Kraken Mare que encajaría con que el líquido sea muy profundo.

Los científicos de Cassini aún están analizando lo datos para determinar la composición y absorción del metano líquido, pero a diferencia de los 160 m de profundidad del Ligeia Mare, las profundidades menores registradas en el Kraken Mare hacen que sus cálculos sean difíciles. Sin embargo, empleando estas nuevas técnicas para examinar datos de altimetría tomados en 2008 en el Ontario Lacus, el mayor lago del polo sur de Titán, indican por vez primera profundidades de 20-40 km en las regiones del lago que están al sur.

El equipo de Cassini también fijó su atención en la misteriosamente variable «Isla Mágica» de Titán, que cubre un área de 260 kilómetros cuadrados en Ligeia Mare, y que fue observada por primera vez en julio de 2013. Las imágenes creadas con datos del radar Synthetic Aperture Radar (SAR) durante el paso cercano de agosto de 2014 muestran que las estructuras brillantes están presentes de nuevo en su localización anterior, pero su aspecto ha cambiado. Olas, burbujas o escombros flotantes son por ahora las mejores explicaciones para estas estructuras.