Era el año 1954, específicamente el día 30 de setiembre, dos obreros que se encontraban realizando trabajos en una carretera de Coulommiers (ubicada en el departamento de Seine-et-Marne, cerca de París) dijeron que habían observado un impresionante OVNI con forma de hongo, de un tamaño enorme.
Ya casi al final de la tarde, Bernard Goujon y Armand Pichet estaban ocupados realizando una excavación en el camino de Maisoncelles-en-Brie en Meaux, cerca del campo de aviación de Quincy-Voisins. Fue entonces cuando los dos hombres quedaron estupefactos al ver a una distancia aproximada de 500 metros de una «una especie de enorme hongo que brillaba como el aluminio» (palabras de uno de los testigos)
Bernard Goujon, muy curioso quería saber más, así que se acercó con cautela al objeto mientras que su amigo prefirió refugiarse. Cuanto más avanzaba, podía distinguir lo extraño de la nave. El declaró lo siguiente:
«Cuando me acerqué, pude ver con mayor claridad. Se veía como un gran hongo de tres metros de diámetro aproximadamente, apoyado en tres patas (como un trípode). En la parte superior había una cabina con algo parecido a tres ojos «
Él continuó avanzando. Pero tuvo que detenerse. De repente pudo ver lo siguiente:
«Sentía malestar. Tenía un hormigueo eléctrico en todo mi cuerpo, mi visión se tornó borrosa… En ese instante yo experimenté el susto más terrible de mi vida»
30 o 40 segundos después, el objeto voló en el aire, girando sobre sí mismo y desapareciendo a toda velocidad, sin emitir ningún ruido, humo o cualquier llamarada.
Armand Pichet, que estaba escondido en una zanja, confirmó públicamente las palabras de su amigo. Además algunos ciclistas que conducían no muy lejos pudieron observar el raro artefacto.
Ante lo extraño del caso, la policía local llevó a cabo una investigación. Descubrieron la presencia de «huellas profundas de unos 10 centímetros de longitud» en el punto exacto donde el OVNI supuestamente se había plantado.
Algunos escépticos afirmaban que se trataba de un engaño y que los autores lo habían confesado ante un juez. Aún así, algunos ufólogos están convencidos que que los testigos fueron persuadidos a retirarse.
Este incidente se difundió mucho en aquella época, apareciendo incluso en medios periodísticos, como lo demuestra la siguiente imagen: