Después de buscar planetas parecidos a la Tierra durante siglos, los cosmólogos han abierto las piñatas cósmicas en las últimas dos décadas. Hoy estiman que hay más de 500 billones de estrellas similares al sol, con 100 billones de planetas terrestres.

El universo, parecería más absurdo si todos (menos uno) de esos careciera de vida. Esta es la respuesta menos probable a la paradoja de Fermi y la única que se ajusta a toda la evidencia actualmente disponible para los astrofísicos.

La humanidad puede estar a tan solo 10 años de descubrir evidencia de vida extraterrestre. Una vez que lo hagamos, solo profundizará el misterio de dónde podría esconderse la inteligencia alienígena. Enrico Fermi fue un arquitecto de la bomba atómica, un padre de la investigación de la radioactividad y un científico ganador del Premio Nobel que contribuyó a los avances en la mecánica cuántica y la física teórica. Pero en la imaginación popular, su nombre se asocia comúnmente con una pregunta simple de tres palabras, originalmente pensada como una broma para divertir a un grupo de científicos que discutían acerca de los OVNIs en el laboratorio de Los Álamos en 1950: ¿Dónde están todos?

Fermi no fue la primera persona en hacer una variante de esta pregunta sobre inteligencia alienígena. Pero él es el más resaltante. La consulta es conocida en todo el mundo como la paradoja de Fermi. Por lo general, se resume así: si el universo es insondablemente grande, la probabilidad de vida alienígena inteligente parece casi segura. Pero dado que el universo también tiene 14 mil millones de años, parece que les da suficiente tiempo para que estos seres se den a conocer a la humanidad. Entonces, bueno, ¿dónde están todos?

Las soluciones propuestas para la Paradoja de Fermi encajan en tres amplias categorías.

Uno: No están en ninguna parte, y no, cuándo.

Dos: la vida está allá afuera, pero la inteligencia no.

Tres: la vida inteligente es abundante, pero silenciosa.