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La creencia en la existencia de seres humanoides gigantes ha perdurado en el tiempo desde hace siglos. Desde mitos que nos han fascinado, hasta descubrimientos y evidencias que plantean esto como una realidad.
Los gigantes están presentes en una infinidad de textos, relatos antiguos y tradiciones de pueblos de todo el mundo. Se habla de descubrimientos de restos arqueológicos conteniendo restos humanos de gigantes en los 5 continentes. ¿Acaso una especie de gigantes coexistió con los humanos?
Para analizar este gran enigma, nos remontaremos a las primeras evidencias.
La Biblia: Génesis
La Biblia cristiana menciona en el Génesis la presencia de gigantes en aquellos días.
En aquel entonces había gigantes en la tierra y también después que los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas engendraron hijos. Estos fueron los héroes famosos en la antigüedad.»
Producto de la unión entre las hijas de los hombres y los hijos de Dios, aparecen los (Nephilim en hebreo : נפלים, Nefilim), por lo que se puede presumir que eran seres no humanos.
Los gigantes después del diluvio
Luego del diluvio los gigantes aún son mencionados en la Biblia, aquí algunos pasajes que lo demuestran:
Yaheh habló a Moisés, diciendo: Envía algunos hombres a explorar la tierra de Canán» Números 13:1
Luego de 40 días al volver los exploradores relataron a todos lo siguiente:
La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Los hombres, todos cuantos hemos visto, son de gran estatura. Hemos visto hasta gigantes, hijos de Enac; ante ellos nosotros parecíamos langostas». Números 13:32
En Génesis 14 se menciona a los Refaim, mejor conocidos como los Refaítas, quienes fueron derrotados en la campaña de los cuatro reyes (Amrafel, rey de Senaar; Arioc, rey de Elasar; Codorlaomor, rey de Elam, y Tadal, rey de Goim). Los Refaítas eran una antigua tribu cananea que se estableció en las colinas de Judá y en la llanura filistea (Hebrón, Debir, Anab, Gaza, Gath, Ashdod), y son descritos como una raza guerrera feroz, gigantes de estatura, equipados de armas de acero y carruajes de guerra.
La tribu Refaita es conocida por varias denominaciones. Se sabe que «Refaíta» fue el nombre que tuvieron antes del diluvio. Luego del diluvio eran conocidos como Anacitas. La tribu de los Moabitas llamaban a los Refaita como Emitas.
Según las escrituras, Og el rey de Basán fue supuestamente el último de los Refaítas. Og es descrito como un gigante de 9 codos de altura.
Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre». (Deuteronomio 2:10, 2:11, 3:11)
Los Anacitas (Enacitas) o los hijos de Anac (Enac), que se cree fueron otras de las denominaciones de los Refaítas luego del diluvio, se supone descendían de un gigante llamado Anac (o Anakim). De aqui descienden Goliath y su hermano Lahmi. Los integrantes de esta tribu eran tan altos, que se cree fueron los causantes de la huída de los espías de Moises de las tierras de Canán. El filisteo Goliat, uno de los gigantes más conocidos, era descendiente de Refaítas y supuestamente medía seis codos y un palmo de estatura (cerca de 2,9 metros).
Se puede deducir que los Refaítas eran descendientes de los Nephilim.
* Existe una similitud entre la Biblia y el Libro de Enoch en cuanto al origen de los gigantes.
El Libro de Enoch
Es un libro intertestamentario, que forma parte del canon de la Biblia de la Iglesia ortodoxa etíope pero que no es aceptado como canónico por las demás iglesias cristianas, a pesar de haber sido encontrado en algunos de los códices de la Septuaginta (Códice Vaticano y Papiros Chester Beatty). Los Beta Israel (judíos etíopes) lo incluyen en la Tanaj, a diferencia de los demás judíos actuales, que lo excluyen.
El Libro de Enoch narra cómo 200 ángeles rebeldes, también conocidos como «Vigilantes» o «Watchers» (en inglés), decidieron transgredir las leyes celestiales y «descender» a los llanos y tomar esposas de entre la especie mortal (humanos). El sitio donde habrían ocurrido los acontecimientos es la cumbre del Hermón (en la ante-cordillera del Líbano, al norte de la actual Palestina).
Después de su descenso hacia las tierras bajas, los Vigilantes mantienen encuentros sexuales con ciertas mujeres «elegidas», y por medio de de estas uniones nacieron crías gigantes llamados Nephilim, o Nefilim, una palabra hebrea que significa «aquellos que han caído», que son considerados, en traducciones al griego como gigantes.
Y las mujeres que concibieron sacaban gigantes, cuya estatura era aproximadamente de trescientos codos. Estos devoraron todo lo que el trabajo de los hombres produjo; hasta que se hizo imposible darles de comer. Luego se volvieron contra los hombres, con el fin de devorarlos; y comenzaron a herir a las aves, fieras, reptiles y peces, para comer su carne, uno tras otro, y para beber su sangre.»
* Sin embargo, no todos están de acuerdo con la interpretación de la Biblia y del Libro de Enoch referente a los Nephilim.
Tanto en la Biblia como en el Libro de Enoch se menciona que en la época antes del diluvio unos seres llamados los Nephilim bajaron a la Tierra para cohabitar con las mujeres y procrear gigantes.
Algunos estudiosos creen que los traductores de los textos sagrados supusieron que «Nephilim» significaba Gigante, debido a que en otras partes de los textos se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que en el relato sobre el gigante Goliat se afirma que él era de descendiente Anac o Anak; y por eso concluyeron lo siguiente: Si ANAK era un gigante, entonces los Nephilim, que también eran Anakim, deberán ser gigantes.
El Popol Vuh narra la historia de un gigante
En el Popol Vuh, el texto sagrado de los antiguos Mayas, también se pueden encontrar referencias de Zipacná (creador de las montañas), un gigante y muy fuerte ser mitológico.
Cuenta el relato que un día mientras Zipacná se bronceaba sobre la playa fue molestado por cuatrocientos muchachos que intentaban construir una choza. Habían talado un árbol grande para usar como el tronco central, pero eran incapaces de levantarlo. Zipacná, siendo enormemente fuerte, se ofreció para llevar el tronco por ellos. Los muchachos al observar aquello decidieron que no estaba bien que un hombre tuviera tanta fuerza, y decidieron asesinarlo. Intentaron engañarle pidiéndole cavar un agujero para su poste,para luego empujarlo; sin embargo Zipacná había cavado un hoyo de escape por donde logró salvarse. Luego del tercer día Zipacná emergió del egujero y asesinó a todos los muchachos.
Gigantes entre los Aztecas y Toltecas
El cronista mexicano Fernando de Alba Ixtlilxochitl decía que que los primeros habitantes de México fueron unos seres gigantes a los que les llamaron Quinametzin, dicho nombre fue otorgado por los toltecas y posteriormente lo tomaron los Aztecas. Según las leyendas ese grupo de gigantes fue destruido por el cielo a través de un diluvio como justo castigo por su iniquidad. Ellos poseían grandes conocimientos, sobretodo en agricultura, metalurgia, artes, orfebrería, etc., además levantaron enormes templos de piedra y estaban al tanto de la creación del mundo.
Como evidencia de la presencia de gigantes en el antiguo México algunos estudiosos del tema presentan las majestuosas ciudades como Teotihuacán, y sus hipotéticos constructores la raza de gigantes Quinametzin.
Francisco Javier Clavijero, un estudioso del siglo XVIII, también estaba convencido de que los primeros ocupantes de México habían sido seres de estatura superior a lo normal, los humanos después llegados les llamaron Quinametzin Hueytlacame, que significaba enormes hombre deformes o gigantes monstruosos, dando una coexistencia pacífica con ellos.
¿Gigantes atlantes en el antiguo México?
En la ciudad Tolteca de Tula, ubicada en el estado de Hidalgo en México, existen esculturas de enigmáticos gigantes de 4 metros de altura, y que además poseen curiosos detalles, estimados por algunos ufólogos como fuera de tiempo. Para estos investigadores estas esculturas representarían a visitantes del espacio, poseedores de una serie de instrumentos que hacen pensar en tecnología muy avanzada.
Tal como pueden ver en la siguiente imagen esas esculturas muestran unos objetos similares a pistolas y que están sostenidas en las manos (3), mientras que en le pecho cada Atlante porta una especie de penacho que ha sido interpretado por algunas personas como un escudo magnético protector (1). Además las cabeza está coronada por un extraño casco, catalogado por teóricos como un casco espacial de forma semicuadrada. (2)
Otros gigantes descritos por las antiguas culturas mexicanas son:
Oxkokoltzec u Hombre grande, era descrito como un horrible fantasma que aparecía en forma de gigante aterrorizando a los aztecas.
Los toltecas narraban una historia, que debido a lo trágica que fue, quedó grabada en sus memorias. Torquemada en su libro Monarquía Indiana habla de los toltecas y cuenta que durante cierta festividad se apareció un gigante que comenzó a bailar con ellos. La criatura era grande, deforme y de brazos largos y delgados. Aunque asustados, los toltecas continuaron su danza. La criatura daba vueltas e iba abrazando a los bailarines con tal fuerza que les arrancaba la vida; la matanza fue tal que quedó grabada en la memoria de este pueblo. En otra ocasión se presentó ante ellos otro gigante cuyas dedos eran tan aguzados que le permitían ensartar y matar sin problema a los toltecas.
También existen relatos de otros aterradores gigantes en el antiguo México. Seres muy fuertes y antropófagos que no dudaban en asesinar a las personas.
El Gigante arrebatador, también conocido como Ua Ua Pach o Uay Pach. Se presume que este ser disfrutaba atormentando a los humanos.
El H-wayak era otro gigante, al igual que el Uay Pach también antropófago.
La Conexión Anunnaki – Nephilim
Los Anunnaki fueron los dioses de la civilización sumeria. Los Sumerios, fueron una de las primeras culturas de la humanidad, evolucionaron entre el 5,300 y el 2,000 AC en los actuales territorios de Irak y Kuwait, y siguen siendo una de las civilizaciones más avanzadas y sorprendentes que se conocen.
Zecharia Sitchin, escritor que promovió la Teoría de los Antiguos Astronautas afirmó que en los textos sumerios se hablaba de una raza extraterrestre (los Anunnaki), que habrían creado a los humanos para que trabajaran como esclavos en minas de África (y en otros lugares de la tierra como América del Sur y Mesoamérica), con el fin de obtener minerales y metales, principalmente oro.
Investigadores como Andrew Collins, Sitchin, R.A. Boulay o Christian O’Brien, han encontrado relaciones entre los Anunnaki y los Nephilim. Ellos han planteado que el libro de Enoch recogió estas tradiciones de las tablillas de barro de la cultura sumeria, y que los Nephilim serían los teorizados extraterrestres Anunnaki. En el mismo Libro de Enoch también se narra cómo Enoch fue el primer hombre llevado a los cielos. Para muchos investigadores del fenómeno extraterrestre Enoch representa el primer caso registrado de abducción extraterrestre de la historia.
De estas relaciones han surgido también todas las suposiciones que entrelazan a los Anunnaki, los Nephilim y diversas culturas como la sumeria, las antiguas culturas de centroamérica, culturas sudamericanas, etc.
Destaca sin duda la conexión Nephilim – Gigante de Loja
El sacerdote católico, músico y arqueólogo Carlos Vaca difunde en el año 1965 el descubrimiento de una osamenta que pertenecería a un gigante. Los restos fueron extraídos en la comunidad de Guayurunuma (ubicada en la parroquia de Changaimina, provincia de Loja en Ecuador). Más tarde, y luego de una serie de sucesos poco claros, los restos fueron transportados hacia la iglesia de Changaimina, donde se estableció una exhibición conocida como «Museo del Padre Vaca».
Años después estos restos desaparecieron. Se han planteado muchas posibilidades acerca de la desaparición, algunas hablan que esto se produjo debido al poco interés de las autoridades del patrimonio cultural de Ecuador. También se especula que los restos fueron a parar al museo Smithsoniano de los Estados Unidos de Norteamérica, para su estudio y para nunca más ser vistas.
Se ha afirmado que de aquellos restos del esqueleto , se estudiaron siete fragmentos por siete diferentes científicos y anatomistas. Ellos habrían confirmado que son parte de un esqueleto humano que era siete veces del tamaño de un humano actual. Además las formaciones de cuarzo que cubrían las porosidades de la superficie de los huesos indicaron una datación cifrada en decenas de miles de años.
Se hizo una reconstrucción de este esqueleto que se puede visitar en Mystery Park en Interlaken – Suiza, desde el 2004. Es importante destacar que el museo Mystery Park fue diseñado e inaugurado por Erich von Däniken, uno de los principales precursores de las influencias extraterrestres en la cultura humana temprana. De él trataremos en futuros artículos.
Los Gigantes pelirrojos reportados en una caverna de Nevada
Diversas tribus nativas de América del Norte aún relatan leyendas acerca de los gigantes de pelo rojo y de cómo sus antepasados mantuvieron prolongadas luchas contra esos colosales seres. Esto habría ocurrido aproximadamente hace 15 mil años. Aquí cabe destacar que los aztecas y los mayas también han registrado encuentros con una raza de gigantes provenientes del norte, cuando se aventuraron a salir en expediciones de exploración.
Lamentablemente la historia ha pasado por alto este tipo de relatos y leyendas de los pueblos antiguos, y es muy posible que los restos no sean hallados jamás.
Se tiene conocimiento de que muchos restos han sido desenterrados en Virginia, Nueva York, Michigan, Illinois, Arizona, y Nevada.
La cueva de Lovelock fue el escenario de un importante descubrimiento que hubiera hecho girar 180 grados toda la concepción histórica establecida. Está ubicadas en el Condado de Churchill, Nevada. Anteriormente era conocida como Cueva de la Herradura debido a su forma interior de U. La misma posee aproximadamente 12 metros de profundidad y 18 metros de ancho, por lo que fácilmente podría albergar a varias personas, sean de estatura normal o gigantes.
Las tradiciones
La tribu de indios norteamericanos llamada Los Paiutes, originarios de Nevada, Utah y Arizona transmitieron a los colonos blancos los relatos acerca de las cruentas batallas que sus antepasados tuvieron que librar con una fuerte y feroz raza de gigantes de piel blanca y cabello rojo, y que según los Paiutes ya estaban establecidos en la zona antes de que ellos la habiten.
Los Paiutes denominaron a los gigantes como «Si-Te-Cah», que literalmente significa «comedores de tule.» El tule es una planta de agua, fibrosa con la que los gigantes elaboran balsas para escapar de los continuos ataques de los Paiutes.
Los gigantes son descritos con una estatura aproximada de 12 pies o 3 .5 metros (tres metros y medio), además como un pueblo cruel e inaccesible, los cuales mataban y comían a integrantes de la tribu capturados. Por tal motivo varias tribus del área tuvieron que unir fuerzas para acabar con la amenaza gigante (según le narraron a los colonos).
Entre los conocimientos y relatos transmitidos a los colonos:
Cuentan que un día mientras perseguían a los últimos enemigos gigantes, estos se refugiaron en una cueva (la cueva Lovelock) para evitar el ataque de la tribu Paiute. Los guerrero le exigieron a los gigantes que abandonen la cueva y luchen con honor; pero ellos se negaron a abandonar su refugio. Es así como los jefes tribales decidieron prender fuego en la entrada de la cueva para forzarlos a salir. Algunos pocos salieron y fueron derribados y muertos inmediatamente utilizando flechas. Los que se negaron a salir murieron asfixiados.
Miles de años después cuando la cueva fue re-descubierta se encontró que existía mucho guano dentro. El guano al descomponerse se convierte en salitre, esencial para la elaboración de pólvora, muy valiosa en ese entonces.
Es así como en 1911 empieza la explotación del guano en esa zona. Al progresar la operación minera lograron encontrarse artefactos extraños, al parecer de los gigantes, y los preciados restos de aquellos seres que se habían asfixiado en la caverna, según contaban los relatos de la tribu Paiute.
Se difundió la noticia de que más de 10 mil artefactos fueron desenterrados y además los restos momificados de dos gigantes de pelo rojo, una hembra de 6.5 metros de altura y un hombre de 2.5 metros de altura.
La noticia de descubrimiento causó un gran revuelo, y el diario New York Times informó de la noticia. Así escribe el columnista del artículo del New York Times publicado 04 de mayo 1912.
El descubrimiento de varios esqueletos humanos mientras se escavaba una colina en el Lago Delevan indica que una raza de hombres hasta ahora desconocida una vez habito en el sur de Wisconsin. [ … ]. Las cabezas, presumiblemente de estos hombres, son mucho más grandes que las cabezas de cualquier raza que habita America hoy en día.
El cráneo parece estirarse hacia atras inmediatamente encima de las cuencas de los ojos y los huesos de la nariz sobresale muy por encima de los pómulos. Las mandíbulas parecen ser largo y puntiagudos [ … ].» [enlace]
Existieron más descubrimientos, inclusive anteriores al reportado en 1912
El hallazgo realizado en Wisconsin es solo uno de tantos descubrimientos similares. Más de una docena de estos casos fueron reportados principalmente por el diario New York Times, tal como se muestran a continuación:
Publicación del 21 de noviembre de 1856 en el New York Times
El primer archivo de noticias se remonta a 1856. Se trata de un artículo de fecha 21 de noviembre en el New York Times.
Hace un par de días, algunos trabajadores han descubierto en el sótano del viñedo Wickan del sheriff, en el este de Wheeling, Illinois, un esqueleto humano. Algo en ruinas, era difícil identificar la posición de los huesos, que parecen tener la longitud del cuerpo humano normal en su posición original. Lo que más impresionó al sheriff y a los trabajadores eran del tamaño del esqueleto, que asciende a unos once pies (tres metros y medio)! Tenía la mandíbula y los dientes casi tan grandes como los de un caballo.» [enlace]
Publicación del 25 de diciembre de 1868 en el New York Times
El día de navidad del año 1868, el New York Times informa de otro hallazgo de gigantes. Trabajadores de la compañía Sank Rapid Water Power mientras realizaban excavaciones para la construcción de una presa para generar energía hidroeléctrica a lo largo del río Mississippi, desenterraron los restos de un esqueleto humano incrustado en una gigantesca roca de granito.
La tumba era de unos 3.6 metros de largo, 1.2 metros de ancho y 1 metros de profundidad. Los restos del humano gigante estan completamente petrificado. La cabeza es masiva, las medidas de 80 centimetros de circunferencia, pero con una frente muy baja, y muy plana en la parte superior. La altura total del misterioso individuo es de igual a unos 3 metros con 40 centímetros». [enlace]
Publicación del 8 de setiembre de 1871 en el New York Times
El 8 de septiembre de 1871, el New York Times informa de otros esqueletos gigantes descubiertos durante trabajos de excavación en Petersburg, Virginia.
Los trabajadores que participan en los trabajos de la vía férrea, se encontraron con una tumba que contenía los esqueletos de los que se cree fueron los nativos americanos de una época pasada y una raza humana perdida y olvidada. Los cuerpos exhumados eran de formación extraña y notable. [ … ] . El fémur es mucho más largo que el de los individuos humanos normales, la estatura del cuerpo que es, probablemente, tan grande como 2.5 metros y 3 metros». [enlace]
Publicación del 10 de agosto de 1880 en el New York Times
El 10 de agosto de 1880, el New York Times publica una información del Harrisburg (Penn) Telegraph, que contiene un resumen de un informe preparado el 24 de mayo 1798 por el juez Atlee acerca de un extraño descubrimiento.
«… estando en Hanover en compañía con el jefe McKean, el juez Bryan, Mr. Burd, y otros, caballeros respetables, nos fuimos a la propiedad del señor Neese, donde nos mostraron el lugar cerca de su casa hace varios años en los que se encontraron dos esqueletos humanos. Los esqueletos tenian alrededor de 2.5 metros de largo». [enlace]
Publicación del 25 de mayo de 1882 en el New York Times
El 25 de mayo 1882 el New York Times informa acerca de un descubrimiento en St. Paul, Minnesota.
Un esqueleto de dimensiones heroicas y forma singular fue descubierta durante la excavación de una colina en el valle del río Rojo. […. ]. El cráneo en cuestión era el único perfecto, y cerca de él se encontraron algunos huesos del cuerpo anormalmente grandes. el hombre que lo llevó era, evidentemente, un gigante.» [enlace]
Publicación del 20 de diciembre de 1897 en el New York Times
El 20 de diciembre de 1897, el New York Times da a conocer el primer descubrimiento de gigantes que tuvieron lugar en Wisconsin, cerca de Maple Creek. Se descubrieron tres colinas utilizadas como funeral, una de las cuales estaba abierta, dejando ver su contenido: el esqueleto de un hombre gigante. La estatura del ser era aproximadamente de tres metros, y se encontraba en buen estado de conservación.
El 11 de febrero 1902 se muestra la noticia de una expedición arqueológica en un sitio en Nuevo México, donde se encontraron algunos esqueletos humanos gigantes. [enlace]
Publicación del 11 de febrero de 1902 en el New York Times
El 11 de febrero 1902 se publicó un artículo acerca de una expedición arqueológica realizada en Nuevo México, donde se encontraron algunos esqueletos humanos gigantes.
Debido al descubrimiento de los restos de una raza de gigantes en Guadalupe, anticuarios y arqueólogos están preparando una adicional expedición para explorar la región. Esta determinación se basa en la emoción que existe entre la gente de un ámbito del país cerca de Mesa Rico, a unos 200 km al sureste de Las Vegas, donde se ha descubierto un antiguo cementerio que ha dado esqueletos de enormes dimensiones.
Luiciana Quintana, en cuyo rancho el lote del antiguo cementerio se encuentra, descubrió dos piedras que llevaban curiosas inscripciones, y debajo de ellos fueron encontrados en las excavaciones de poca profundidad los huesos de un armazón que no podría haber sido de al menos de 3,6 metros de longitud. Los hombres que abrieron la tumba dicen que el antebrazo era de 1,2 metros de largo y que una mandíbula muy bien conservada de los dientes inferiores iban desde el tamaño de una nuez de nogal a la de la más grande nuez en tamaño.
Quintana, quien ha descubierto muchos otros lugares de enterramiento, expresa la opinión de que tal vez se encuentren miles de esqueletos de una raza de gigantes hace mucho tiempo extinta. Esta suposición se basa en las tradiciones transmitidas desde principios de la invasión española que han detallado el conocimiento de la existencia de una raza de gigantes que habitaron las llanuras de lo que hoy es el este de Nuevo México. Leyendas de los indios y los tallados también en la misma sección indican la existencia de tal raza.» [enlace]
Sin embargo, el New York Times no es el único que informó de hallazgos de gigantes
Algunos otros diarios también difundieron noticias de esqueletos gigantes encontrados, por ejemplo: The Sun en el año 1893, New Age Magazine en 1913, Popular Science en 1932, el San Antonio Express 1940, y muchos otros más (sin incluir los archivos aún no descubiertos).
Presencia de gigantes en Sudamérica
Al igual que los hallazgos efectuados en Norteamérica, también fueron reportados restos encontrados en Bolivia.
El 13 de enero de 1870, la revista republicana Wisconsin Decatur, publicó un informe acerca del descubrimiento de dos esqueletos gigantes, bien conservados y de una raza desconocida. Estos restos fueron descubiertos cerca de Potosí (al sur de Bolivia), por los trabajadores de la excavación de los cimientos de un aserradero.
Uno de los esqueletos medía siete pies y medio de altura (aproximadamente 2.30 metros). El otro esqueleto poseía ocho pies (aproximadamente 2.5 metros). Ambos cráneos de cada presentaban pómulos prominentes y una doble fila de dientes. También se logró encontrar muchas puntas de flecha y “extraños juguetes” junto a los restos.
Además el cronista potosino Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela(1674-1736), en su magnífica obra Historia de la Villa Imperial de Potosí y Anales de la Villa Imperial de Potosí. cuenta de un lugar llamado Cantumarca (anteriormente llamado Ccantumarcani) en donde se había una intensa explotación minera. En este lugar existía una población antigua de indios gentiles llamados igualmente Ccantumarcani.
Arzáns afirma que entre las ruinas de Cantumarca se hallaron huesos gigantes y una calavera engastada en oro fino con el cuello del mismo metal labrado a manera de una pirámide, con un peso 4 libras. Este hecho, es una tradición antigua heredada de padres a hijos.
Otros caso de mención de gigantes en Crónicas de países de Sudamérica:
El Padre Pablo Joseph de Arriaga (1621) en su Obra La extirpación de la idolatría en el Perú, dice:
Capítulo II
….Las Sierras nevadas que llaman Razu, o por síncopa Rao, o Ritri, que todo quiere decir nieve, y también a las casas de los Huaris, q’ son los primeros pobladores de aquella tierra, q’ellos dicen fueron Gigantes, y es cierto q’en algunas partes lo fueron, y se halla huesos de disforme, y increíble grandeça, que quien no lo ve, ni los toca con las manos, no lo creerá, porque se muestra por la proporción de los huesos, haber sido tanto mayores que los hombres de aora
Capítulo X
En Huaylla Cayan estuvimos quatro días el Cura, y yo, catequizando, y predicando…..Lleváronnos a la otra banda del pueblo cerca de un quarto de legua, donde estaba una cueva muy grande, y en ella muchos defuntos gentiles, y entre ellos tres cuerpos de Gigantes de disformes cabezas, vestidos de Cumbi, aunque con el tiempo podrido. éstos son los progenitores de todos los de este pueblo a quienes adoraban, y tenían en mucho, habían muchos rastros de sacrificios, los cuerpos, y ellos se quemaron, en el pueblo.
Colombia: En la Historia de la provincia de San Antonino de Fr Alonso de Zamora escribiendo sobre Guatavita en el capitulo XVII dice:
…Siendo cura Doctrinero de este pueblo el P. Presentado Fr. Pedro de Tovar mandó cavar la huerta de la casa de los Curas, para sembrar alguna hortaliza, y descubrieron una loza de piedra lisa, y le sucedió á la letra, lo que dice el Evangelio: pues cavando para sacar un tesoro, hallaron un sepulcro, y en él el cuerpo de un Gigante; aunque al mover los huesos se hicieron pedazos, es prueba, de que también hubieron Gigantes en este Reino, como en la Nueva España, Según lo superficial, que estaba el sepulcro, indica, que no sería de los que hubo antes del diluvio
En el departamento del Acre del Brasil
En las siguiente imagen vemos el texto del padre Cristóbal de Acuña que acompañó la expedición de Pedro de Texeira de vuelta por el río Amazonas en el año de 1639. Este sacerdote pudo ver a gigantes en las cabeceras del actual río Purus.
El padre Cristóbal de Acuña escribió (anterior imagen) acerca de gigantes de 10 palmos de altura. La medida estándar de un palmo a centímetros es 20,873 cm, por lo que se puede deducir que aquello seres presenciados por el sacerdote poseían una estatura superior a los 2 metros.
Gigantes en el centro del río de Madre de Dios en Perú
La siguiente imagen corresponde al texto de Fray Pedro Simón que localiza Gigantes en el centro del río Madre de Dios que se llamó Magno en la expedición de álvarez de Maldonado.
Crónica de Pedro Cieza de León transcrita por el Inca Garcilaso de la Vega y publicada en la obra «Comentarios Reales de los Incas» (1609).
Relatos de los nativos transmitidos de generación en generación mencionan a hombres gigantes que eran tan altos que los hombres de estatura normal solamente alcanzaban sus rodillas. Eran poseedores de cabeza monstruosas y tenían ojos que eran del tamaño de platos.
Leyendas que mencionan gigantes en Tumbes (Perú) y en Santa Elena
El padre jesuita Giovanni Anello Oliva, nació en Italia en 1572 y cuando aún era joven llego a América y residió en Quito y Lima. El padre Oliva, se interesó mucho por las leyendas de los indios y por su historia. Se cree que él elaboró una fantástica historia para explicar la fundación del Imperio Incaico, una historia en la que mencionaba a gigantes.
Oliva narra que existió un hombre llamado Quitumbe, hijo del Cacique Tumbe, el cual reinaba los terrenos que hoy pertenecen a la ciudad de Tumbes en Perú.
Se menciona como Quitumbe, hambriento de conquistar nuevas tierras organiza travesías para lograr su cometido. En el proceso Quitumbe se entera de que unos gigantes habían invadido zonas cercanas por lo que huye con gran cantidad de personas. Al cabo de cierto tiempo Quitumbe se interno en las serranías y fundó la ciudad de Quito (Ecuador). Pero al poco tiempo dejo esta ciudad y bajó a la costa de Tumbes y de Piura, siguiendo hasta el Rímac (Perú) en donde edificó un templo a Pachacamac, lugar en donde murió.
La leyenda de Quitumbe el supuesto fundador de Tumbes, también señala que estando en esta ciudad, fue noticiado de que unos gigantes habían desembarcado en Santa Elena su patria y que habían creado terror en toda la comarca.
La leyenda de gigantes llegados por la vía del mar, ha sido muy frecuente en los pueblos de la costa. Es así como, algunos mitos aseguran que el templo de Pachacamac fue también construido por hombres de elevada estatura y que lo mismo lo fueron los fundadores del Reino Chimú.
En la costa del Ecuador hay dos leyendas de gigantes. Una es la referente a los desembarcados en Santa Elena, y la otra trata de una llegada similar de gente de elevado porte a Puerto Viejo, en tiempos en que los Incas ya habían conquistado la región Tallán.
Pero no sólo en la costa se ha hablado de gigantes. En la región de la selva, a 3072 metros de altura, cerca a la ciudad de Chachapoyas y en lugar poco accesible, se dice que el sabio Raimondi encontró el esqueleto de un hombre en las ruinas de Kuélap (o Cuélap). En la misma zona se encontraron cráneos de gran tamaño con cabellos rubios. Todo eso fue llevado a Lima por el sabio italiano. E1 esqueleto medía 2 metros.
La llegada de los gigantes a Santa Elena ha sido recogida por los cronistas españoles Cieza de León, López de Gómara, Garcilaso, Zárate, Acosta y Herrera.
Los gigantes habrían llegado por el mar en balsas de juncos. Eran de doble estatura que los naturales, de grandes ojos y largas trenzas, no tenían barba y algunos estaban desnudos, mientras otros estaban cubiertos con pieles. Llegaron sin mujeres.
Los gigantes desembarcaron en una zona de poca agua, de tal modo que cavaron un pozo muy hondo en roca viva, para tener líquido abundante y fresco. Eran pescadores para lo cual usaban de redes y aparejos, consumiendo pescado en cantidades fantásticas.
Eran de temperamento feroz, y a falta de mujeres tomaron las de los naturales, pero como eran muy depravados terminaban por matarlas. Ante tanto vejamen, los habitantes del lugar huyeron al interior y entonces los gigantes cayeron en el vicio de la sodomía. Cuenta la leyenda, con un agregado fantástico, quizá con influencias religiosas, que los dioses enojados por los pecados cometidos por los gigantes enviaron fuego del cielo y un ángel exterminador con flamígera espada los mató a todos. Los restos de los gigantes quedaron esparcidos pon el suelo. Muchos cronistas aseguraban haber visto esos huesos y que los indios se los mostraron a Pizarro.
Tiahuanaco, la ciudad de gigantes
Tiahuanaco es una antigua ciudad arqueológica , capital de la cultura tiahuanaco ubicada en el altiplano boliviano en la margen oriental del río Tiwanaku, a 15 km al sudeste del lago Titicaca, correspondiente al Departamento de La Paz.
Existen diversas leyendas referidas a su construcción, en donde se menciona a seres gigantes que edificaron esta ciudad en una sola noche.
Aventureros Españoles enviados por Carlos I de España en el siglo XVI, encontraron la ciudad de Tiahuanaco en Perú (actualmente Tiahuanaco se encuentra en territorio de Bolivia), ya casi abandonada por los indios que vivían en el área, supieron que los Incas habían estado ahí, cien años o quizá más antes que ellos, y que habían encontrado la misteriosa ciudad ya casi destruida y aparentemente desierta desde mucho tiempo antes, cuando preguntaron sobre el origen de la ciudad sólo pudieron responder hablando de la tradición que dice que:
Tiahuanaco fue construida en una sola noche después de la crecida por gigantes desconocidos. Pero se olvidaron de una profecía de la venida del Sol y fueron aniquilados por sus rayos, y estos lugares fueron reducidos a cenizas.
Estas son algunas de las evidencias que hablan de gigantes presentes en el pasado. Algunas más dirigidas a la leyenda otras más reales, pero que coinciden en diversos aspectos; y además de esto son historias y relatos provenientes de varios rincones del mundo, de varias culturas antiguas.
Se ha argumentado que algunas tribus de la antigüedad pudieron confundir fósiles de animales prehistóricos con restos de hombres gigantes. Se ha dicho que los relatos existentes serían simplemente invenciones de nuestros antepasados. Es posible y aceptable que algunos de los casos se expliquen utilizando dichos argumentos, sin embargo no es posible explicar la infinidad de casos e incidentes que mencionan a gigantes coexistiendo con humanos en el pasado.
Fuente original: CodigoOculto.com